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Un Niño Dios de madera de olivo tallado a mano de 60 centímetros y vestido con un traje de tela de raso de novia, con bordados a mano y en máquina con la figura de la Virgen de Guadalupe al centro y custodiada por Juan Diego, casi está terminado para ser obsequiado al papa Francisco en su visita a México.
“Por cuestión de protocolo y seguridad aún no se define si el Niño Dios será colocado en la recámara donde dormirá el Papa en la Nunciatura Apostólica y luego sea enviado al Vaticano; o se le entregará en la Catedral Metropolitana”, señala Saúl Uribe, quien junto con su esposa Julita Ramírez hicieron el traje, con una dedicación diferente a los miles que han confeccionado desde hace 42 años cuando iniciaron un pequeño negocio, que ahora es el principal en la calle de Talavera, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el fundador del corredor de Niños Dios entra a uno de los cuartos de su negocio, en donde pretende hacer un museo y que es ocupado por decenas de esas figuras de yeso con diferentes vestimentas, que en su mayoría han sido donados y que traen sendas historias, como la que ha iniciado con el que obsequiarán a Jorge Mario Bergoglio.
Del centro de esa habitación, en un espacio privilegiado, Saúl Uribe toma un Niño Dios de yeso, que porta la vestimenta con detalles en flores, chaquiras, así como lentejuelas y que sería la figura que se entregaría al Obispo de Roma, pero “por azares del destino”, será una de madera, sobre lo que cuenta:
“Me encontré a un artista urbano, que no lo conocía, no es reconocido, se llama Gabriel Arsiga Ramírez, quien me ofreció unas figuras del niño Jesús que me parecieron bonitas y al tocarlas las sentí suaves y vi que eran de madera de olivo.
“Me dijo que andaba un poco mal de dinero y como escultor había hecho esas piezas para vendérmelas porque no tenía para comer. Me explicó que no eran baratas, puesto que eran de madera de olivo.
“Se las compré y se me ocurrió decirle que por qué no me hacía de ese material al niño Jesús para ponerle este vestido que hicimos mi esposa y yo que asemeja el manto de la Virgen de Guadalupe, y entregarle ése al Papa y no el de yeso, a lo que me dijo que no tenía liquidez, entonces le di para el material y ha comenzado a tallar esa madera para hacer la figura que estará en manos del papa Francisco”.
Saúl Uribe —en cuya empresa hacen durante todo el año diferentes modelos para vestir a los Niños Dios cada 2 de febrero— menciona que obsequió al presidente Enrique Peña Nieto una figura hace dos años, así como a personajes del medio artístico y político, como María Victoria y Marcelo Ebrard, ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
“Esta ocasión es especial por tratarse de un líder religioso mundial y que tiene especial significado para mi familia, porque somos muy creyentes”, subraya el señor Uribe.
“Queríamos hacer algo a lo que él viene, a ver a la Virgen de Guadalupe, por lo que quisimos hacerle algo similar al manto de la Morenita, puesto que el Papa ha expresado su cariño por ella”.
En el corredor del Niño Dios, donde están mil 750 vendedores y al que estos días acuden miles de personas para comprar vestidos y accesorios, así como a reparar sus figuras, Saúl Uribe presume una caja que también hicieron trabajadores de su negocio, en la que se colocará la figura que se obsequiará al Vicario de Cristo y que tendrá como objetivo proteger la pieza.
Es de madera y el interior ha sido capitoneado por el señor Feliciano, uno de sus empleados, y en la tapa está grabado y pintado el escudo del Papa. Para el traje se utilizó un metro 80 centímetros de tela.
A diferencia de como tradicionalmente se fabrican esas figuras, la que se obsequiará a Francisco no estará acostada.
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