El ex presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, propuso que la próxima reforma electoral sea “base cero” es decir, partir de lo básico, de lo que si sirve, y no engordar la legislación electoral perse.

“Creo que vale la pena reflexionar y hacer un corte de caja, así como se plantea un presupuesto base cero vale la pena pensar en una regulación electoral base cero. Es decir, quitarnos las gafas, dejarlas descansar, limpiarlas y  partir de cero.

“Hagamos un diagnóstico de lo que ha funcionado, de lo que no ha funcionado, de lo que es incierto. Dejemos el discurso de lo políticamente correcto, atrevámonos a desafiar ciertas creencias o ciertos discursos o cierta retórica y veamos qué queremos”, planteó

El politólogo y consultor coordinó  el libro “Fortalezas y debilidades del Sistema Electoral Mexicano. Perspectiva estatal e internacional”, editado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en donde planteó no engordar más las leyes electorales pues eso no necesariamente mejora la realidad.

Ugalde dijo luego en entrevista que por ejemplo en fiscalización las revisiones del INE singuen sin detectar 1 de cada 3 pesos pues candidatos y partidos no lo reportan y por tanto la mayor parte del dinero de las campañas tienen origen desconocido, lo que se hace evidente en videos hechos públicos.

Por tanto el primer paso sería reducir estructuralmente el costo de las campañas, aseguró.

El ex secretario de Gobernación y decano de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, Alejandro Poiré Romero coincidió en el planteamiento de base cero para la reforma electoral.

Cada vez se dan más atribuciones a los órganos electorales  y cada vez éstos tiene éxito tras éxito y logran con eficacia sus nuevas tareas, pero  llegó el momento de repensar si esto sirve.

No le estamos dedicando tiempo a los efectos paralelos de esas nuevas regulaciones –planteó- y uno de ellos es que los procesos requieran cada vez más  recursos, “sobre todo fuera de los cauces legales”.

Poiré planteó el dilema de que hoy la democracia es de menos calidad aunque la regulación electoral es cada vez más eficaz.

El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, pidió no caer en la ilusión, como se tuvo hace 20 años, de una reforma electoral definitiva.

Pidió dimensionar fenómenos aún presentes –de los que habla el texto presentado- como  la compra del voto, a la que se ve como la “bestia negra”  o el clientelismo, pues todo eso “se tiene que relativizar”.

Pero, advirtió, en un país con 55.5 millones de pobres reconocidos oficialmente será difícil frenar la compra y coacción del voto  o que ésta se pueda resolver por la vía electoral.

Hay un balance por hacer de la reforma electoral, indicó, pero la “prueba definitiva” de ésta serán las elecciones del 2018. Si volver a lo básico, dijo, pero esto es que sin elecciones los problemas del pais serían más graves.

En tanto, el magistrado presidente del TEPJF, Constancio Carrasco Daza, recalcó que todo lo que se hace por mejorar los procesos electorales es insuficiente si no se refleja en una segunda parte, es decir, si quienes acceden al poder público no cumplen con satisfacer las expectativas de la ciudadanía.

Propuso empero como reformas pendientes, que los procedimientos especiales sancionadores –que hoy investiga el INE pero resuelve la Sala Regional Especializada del TEPJF—sean resueltos por una sola instancia, la judicial.

Destacó que la reforma electoral dejó pendiente una nueva Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, que es impostergable.

El magistrado defendió la llamada “judicialización” de los procesos electorales pues tiene que ver con consolidación de la cultura democrática y recurrir al estado de derecho.

Así en el proceso de 2012 hubo 58 mil 899 denuncias presentadas  y en 2015  “seguramente se duplicará” pero habla de que se recurre a las vías legales para la defensa.

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