A quemarropa y con 13 balazos ejecutaron a Valdez, indica PGR

justiciaysociedad@eluniversal.com.mx

A quemarropa y con 13 impactos de bala distribuidos por todo el cuerpo fue ejecutado Javier Valdez a plena luz del día en Culiacán, Sinaloa.

Vidal Pérez Islas, director regional de la Zona Centro de la Coordinación General de Servicios Periciales de la Procuraduría General de la República (PGR), explicó que el primer impacto que recibió el cofundador del semanario RíoDoce fue en la zona abdominal, en el costado derecho, de un arma que fue pegada a su cuerpo. Esa fue la única vez que el arma tocó su cuerpo y esa lesión fue suficiente para debilitar al periodista y provocar que cayera.

En el trayecto hacia el suelo Valdez recibió siete disparos más, el pasado 15 de mayo. Durante la caída recibió dos impactos en la misma zona y dos más en el brazo, el cual subió a la altura del rostro para protegerse.

Mientras su cuerpo se aproximaba al suelo, Valdez recibió un impacto en la cabeza con trayectoria de adelante hacia atrás. En su muslo derecho impactaron dos proyectiles.

Una vez en el suelo, el agresor disparó en tres ocasiones en el glúteo derecho y dos en la espalda, una de ellas a la altura de la nuca.

Pérez Islas informó que fueron ocho lesiones de entrada por salida y durante la necropsia se encontraron cinco ojivas en su cuerpo.

En la recreación del ataque ocurrido el pasado 15 de mayo, peritos de la PGR adscritos a la Agencia de Investigación Criminal (AIC), apoyados con estudios periciales realizados por la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, reprodujeron los movimientos del agresor y de la víctima y se determinó la trayectoria de las balas.

El pasado lunes, Anselmo Apodaca Sánchez, titular de la Coordinación General de Servicios Periciales, explicó que de acuerdo con las primeras diligencias, en la agresión contra Valdez se usaron dos armas: un calibre 9 mm y otra calibre .380.

Valdez Cárdenas, periodista sinaloense del semanario RíoDoce de Culiacán, Sinaloa, y corresponsal del periódico La Jornada, fue asesinado a tiros en la colonia Jorge Almada cuando se dirigía a las oficinas del semanario, del cual es cofundador. La víctima fue privada de la vida sobre la calle Mariano Riva Palacio casi esquina con Epitacio Osuna.