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El presidente Enrique Peña Nieto dejó claro que una prueba fehaciente de la integridad y honorabilidad de las Fuerzas Armadas es que ante faltas graves de algunos de sus integrantes su alto mando ofreció una disculpa pública a la sociedad mexicana.

Advirtió que ser militar conlleva el imperativo moral de mantener una conducta intachable; implica el deber de conducirse con total apego a la ley y trae consigo la obligación de actuar con absoluto respeto a los derechos humanos.

“Sólo así se pueden preservar y acrecentar el honor, la estima social y la autoridad moral de nuestras Fuerzas Armadas”, dijo al encabezar la ceremonia de Protesta de Bandera de los Soldados y Marinos del Servicio Militar Nacional Clase 1997, en el marco del 154 aniversario de la Batalla de Puebla.

En el auditorio del Colegio Militar —donde se llevó a cabo la ceremonia por la contingencia ambiental registrada ayer en la Ciudad de México— comentó que la disculpa del general secretario Salvador Cienfuegos refleja la cultura en favor de los derechos humanos que hoy prevalece en los institutos armados del país.

El 16 de abril, ante 30 mil soldados en el Campo Militar Número 1 de la Ciudad de México, Cienfuegos se disculpó luego de que la sociedad conoció semanas antes, en un video difundido en redes sociales, actos de tortura cometidos contra una mujer en 2015, en Ajuchitlán, Guerrero.

En su mensaje, Peña Nieto enfatizó: “Reitero con toda convicción, en todo momento y ante cualquier circunstancia, que la actuación de nuestros efectivos militares debe ser en estricto apego a la ley y con invariable respeto a los derechos fundamentales.

“Recuerden que el prestigio y la grandeza del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea Mexicana se construyen y se reivindican todos los días y en todas sus misiones. La patria espera de nuestros soldados, marinos y pilotos más ejemplos de honor, gallardía y entrega en beneficio de nuestra población”, dijo.

El Presidente señaló que en la construcción de un mejor país, los mexicanos han contado con el permanente ejemplo de honor, deber, lealtad y patriotismo de las Fuerzas Armadas. “Con hechos, nuestras instituciones militares han mostrado que son una fuerza garante de la independencia y soberanía”, dijo.

Aseveró que las Fuerzas Armadas son una fuerza para la paz y la tranquilidad de las familias mexicanas, para el bienestar y el progreso nacional. Indicó que servir a México desde sus filas constituye un gran privilegio y también una enorme responsabilidad.

Reconoce labor. Como Presidente de la República y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, Peña Nieto expresó su “más amplio reconocimiento” al general secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, y al almirante secretario de Marina-Armada de México, Vidal Francisco Soberón, “por una visión y convicción compartida de promover decididamente la protección y defensa de los derechos humanos”.

Llamó a los soldados y marinos del Servicio Militar Nacional y a las mujeres voluntarias a celebrar la gesta heroica de Puebla con orgullo por la patria, con confianza en el presente y esperanza en el porvenir. Les pidió tener presente que la grandeza de México “depende de la grandeza de sus actos”.

Asimismo, los invitó a que inspirados en el ejemplo del general Ignacio Zaragoza sean parte activa en la construcción de un mejor país para el siglo XXI. Dijo que la patria confía en que sus jóvenes pondrán toda su energía, talento y esfuerzo para cumplir su compromiso con México.

Dijo que gracias a la gesta de los héroes de Puebla se fortalecieron las bases de la nacionalidad mexicana, perfilando el triunfo de la República sobre el Imperio y salvaguardando la libertad, independencia y soberanía del país:

“La Batalla del 5 de Mayo demostró al mundo que los mexicanos somos los dueños de nuestro propio destino, que unidos podemos vencer cualquier enemigo y superar toda adversidad”.

En la ceremonia se tomó protesta de Bandera a soldados y marinos del Servicio Militar Nacional Clase 1997, anticipados, remisos y mujeres voluntarias. En representación de sus compañeros, el marino Gilberto González Cruz dijo que al rendir el juramento se pone su juventud, ímpetu y coraje para hacer frente a los grandes compromisos que asumieron.

El llamado de la patria, dijo, es para defender a la nación y para fortalecer a la sociedad.

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