Señor Director:

En la edición dominical del día 8 de enero del presente, en la columna Bajo Reserva, del periódico que usted dirige, con el título Rebelión priísta contra el gasolinazo, se hace mención de que acudí a una reunión convocada por el gobernador del estado de Chihuahua, y que hoy “son tres legisladores priístas que se le rebelan a su dirigente: no al gasolinazo”.

Al respecto, quisiera hacer algunas precisiones que me parecen pertinentes:

El viernes 6 de enero efectivamente fui invitada por el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, a una reunión con los sectores productivos del estado y con las organizaciones que llevaron a cabo paros y manifestaciones en contra del incremento de las gasolinas y el diesel, para analizar el tema. Acudí a la reunión, en mi carácter de senadora de la República para escuchar los planteamientos de los dirigentes empresariales, que en los días transcurridos desde el 1 de enero, había expresado su inconformidad respecto a las manifestaciones y paros, así como los que están en contra de la medida y decidieron expresarlo con diversas acciones de protesta. Escuché con atención la preocupación empresarial por la medida y su rechazo a los paros realizados, también escuché las razones de quienes llevaron a cabo los bloqueos y sus planteamientos.

Lo hice en cumplimiento estricto de mi obligación como legisladora y como chihuahuense que le ha servido a su estado en diversas responsabilidades y refrendando mi compromiso con las mejores causas del Estado. En ese contexto me parece necesario establecer con claridad que jamás me he unido a expresiones o a personas para rebelarme en contra del presidente del Comité Ejecutivo Nacional de mi partido; menos aún he hablado de enojo o molestia hacía él.

He encontrado siempre en Enrique Ochoa disposición a escuchar, a entender, a abarcar las distintas expresiones que hacia el interior del partido se dan. En lo personal he recibido siempre de su parte, atención, respeto y respuesta. Como dirigente nacional y como persona, Enrique Ochoa merece mi respeto y cuenta con mi solidaridad y respaldo.

Me parece que en la complejidad de los tiempos que vivimos, los priístas estamos obligados a actuar con responsabilidad hacia el país y hacia los mexicanos antes que nada, y la división y el encono jamás serán la mejor manera de afrontar los retos que tenemos. Si hemos sido capaces de dialogar con todas las fuerzas políticas para construir el andamiaje jurídico e institucional que este país requería desde hace muchos años, con mayor razón, debe prevalecer el diálogo hacia el interior del partido que gobierna nuestro país. Esta convicción seguirá normando mi actuación en la esfera pública.

Agradeciéndole de antemano la atención a mis comentarios, le reitero mi respeto y consideración.

Graciela Ortiz González
Senadora del PRI por Chihuahua

COMPROMISO CON LA PRECISIÓN

precision@eluniversal.com.mx

EL UNIVERSAL da la bienvenida a sus observaciones sobre errores o imprecisiones.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses