Señor Director:

He leído con atención la publicación realizada este domingo 8 de enero en la cual hace referencia a la entrevista realizada a mi compañera de partido, senadora Lilia Guadalupe Merodio Reza, en la cual se habla de una rebelión al interior del instituto político al que pertenezco desde hace más de 20 años; siempre he sido respetuoso de las expresiones públicas que realiza cualquier ciudadano, manifiesto mi respeto a las opiniones que mis compañeros de partido realizan; sin embargo, tengo el derecho a no compartirlas, como es el caso.

El viernes 6 de enero fui convocado por parte del titular del Poder Ejecutivo del estado de Chihuahua a un diálogo con organizaciones de la sociedad civil, empresariales, senadores de la República, legisladores federales del PRD y el PAN, así como la presidenta del Congreso del estado de Chihuahua; el tema de esta reunión fue el aumento a los precios de las gasolinas en el país y los efectos para nuestra entidad federativa.

En esta reunión escuche los planteamientos formulados por los asistentes y aporte mi punto de vista a la situación que se vive, destacando en mi participación como ideas centrales las siguientes:

La decisión del aumento de los precios de los combustibles deriva de las facultades que tiene la Comisión Reguladora de Energía; por lo que la legislatura a la que pertenezco no aprobó en su Ley de Ingresos la medida en cuestión; asumiendo que el adelanto de la fecha para la liberalización del precio de las gasolinas sí se había sido aprobado por varias fuerzas políticas, cuya entrada en vigor es en febrero.

Los precios de las gasolinas se componen de diversos factores a saber: el costo de la molécula, misma que derivado de la información con la que contaba en ese momento, es de alrededor de 10 pesos por litro, el Impuesto Especial de Productos y Servicios (IEPS) mismo que es de 3.1 pesos por litro, el Impuesto al Valor Agregado que representaría 2.09 pesos por litro, y lo demás serían los costos de logística, transportación y margen de utilidad; por ello, respaldaba el punto de acuerdo que mi partido presentó en la pasada reunión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, donde solicitaba la comparecencia de los titulares de la Comisión Reguladora de Energía, del titular de la Secretaría de Hacienda y del titular de la Secretaría de Energía, a fin de que compartieran los motivos que originaron la medida.

Propuse la necesidad de construcción de un nuevo acuerdo hacendario en el país que incluya la revisión del ingreso y el gasto en los tres órdenes de gobierno y en los Poderes de la Unión, que hiciéramos una convocatoria de un amplio diálogo nacional sobre el particular; lo anterior, derivado de la propuesta de eliminación del IEPS a las gasolinas, en razón de que la medida requiere un análisis de mayor alcance. Bajo estas ideas centré mi participación en la reunión, por lo que quiero compartirles que nunca expresé postura a favor de la carta que el senador Patricio Martínez dirigió al presidente de mi partido, ni emití comentario de respaldo a una rebelión contra de la dirigencia.

Rechazo las expresiones que en la publicación del día de ayer se hacen, en las que se atribuye a mi persona una conducta de molestia hacia la dirigencia de mi partido; soy un convencido en el uso del diálogo para la construcción de acuerdos, creo que debemos ser receptivos ante el humor social existente, pero con alternativas de solución que estén dentro de las facultades que tenemos como legisladores federales.

Sin otro particular por el momento, quedo de usted.

César Alejandro Domínguez
Diputado federal de Chihuahua

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