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Desde Juan Nepomuceno Guerra, fundador del Cártel de Matamoros, hasta Heriberto Lazcano Lazcano, líder de Los Zetas, el narcotráfico se ha convertido en uno de los negocios ilícitos más redituables en el estado de Tamaulipas, gracias a las alianzas que los criminales han concretado con autoridades de los tres niveles de gobierno.

El periodista Humberto Padgett, autor del libro Tamaulipas, la casta de los narcogobernantes: un eastern mexicano, narra los orígenes del crimen organizado en la entidad y su relación con las autoridades, la cual, según el escritor, nace a partir de los vínculos que tejió el narcotraficante Juan Nepomuceno en los años 30, cuando aprovechó la prohibición del alcohol en Estados Unidos para contrabandear licor a ese país.

Hasta hace algunos años, asegura Padgett, el narcotráfico en Tamaulipas era un negocio de familias que tenía como código no tocar intereses ajenos a la industria de las drogas; sin embargo, el surgimiento de Los Zetas en la década de los 90, como grupo armado del Cártel del Golfo bajo el mando de Osiel Cárdenas Guillén, cambió el modelo del crimen organizado en la entidad y el país, al surgir un código de violencia y diversificarse las actividades delictivas como el secuestro o la extorsión.

“En Tamaulipas existe una colusión de las autoridades en un proceso que lleva 80 años. Durante este tiempo se fundieron las cúpulas criminales y la política a partir de Juan N. Guerra, como principal figura criminal, durante el gobierno del ex presidente Emilio Portes Gil”, detalla el escritor.

La génesis del crimen. A través de 13 capítulos, Humberto Padgett narra el origen y la vinculación del crimen organizado con la política de Tamaulipas, a través de personajes como Juan Nepomuceno Guerra, Alberto Estrella y Rafael Chao López, integrantes de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS).

Una historia en la que también aparecen personajes claves del narcotráfico en el estado como Osiel Cárdenas Guillén, el capo que hace una década fue extraditado a Estados Unidos, pero quien consolidó el poder de una organización trasnacional que también dirigió el extinto Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca.

La obra pone en escena también a ex gobernadores de la entidad como Manuel Cavazos Lerma, Eugenio Javier Hernández Flores o el actual mandatario Egidio Torre Cantú.

“Américo Villarreal no quería ser gobernador de Tamaulipas. El sucesor de Villarreal es Tomás Yarrington, quien busca financiamiento del narcotráfico a través de Osiel Cárdenas Guillén (jefe del Cártel del Golfo), quien a cambio de la entrega pidió nombrar a los comandantes de la policía judicial del estado para tener un libre tránsito”, explica Humberto Padgett en entrevista con EL UNIVERSAL.

Este es uno de los pasajes que escribió sobre el nexo entre el poder del narcotráfico y el poder político, al amparo del cual se expandió el crimen organizado y que convirtió a la entidad en uno de sus bastiones.

El fundador. A través de expedientes, diarios y testimonios de personas, Humberto Padgett documenta el origen y desarrollo del narcotráfico en Tamaulipas, el cual inició en la década de los años 30 con un Juan Nepomuceno Guerra que apenas tenía 15 años.

“Juan Nepomuceno, nacido en 1915, se involucra pronto en los negocios y potencia una habilidad con la que aparece haber nacido, fundamental para el destino que ha elegido: la de pistolero hecho en la calle y perfeccionado en la Policía Judicial del Distrito Federal”, detalla el escritor en el libro.

En las 252 páginas de la obra describe el paso del crimen organizado en la entidad a través de diferentes hechos históricos, entre los que se encuentra el homicidio de migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010, considerado por el periodista como el ejemplo de la relación entre el poder entre narcotráfico y las autoridades.

En la descripción que hace de Tamaulipas, destaca la participación de policías municipales, así como autoridades del ayuntamiento de San Fernando con el crimen organizado que opera en la zona.

El autor asegura que la relación entre el crimen organizado y la política en la entidad son visibles, pero a pesar de ello no existe una investigación de las autoridades para combatir el narcotráfico desde esta óptica.

Considera que será difícil que se realice una investigación que busque romper esta relación. “Soy escéptico. Como las decisiones que se están tomando son de carácter electoral y policiaco, no se está entrando al fondo. La impunidad está a la vista, es la misma que protegió a Juan Nepomuceno Guerra y protege hoy al crimen organizado. No veo una voluntad política para iniciar el cambio”, señala el escritor.

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