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En su cumpleaños número 68, la maestra Elba Esther Gordillo Morales se autodefinió como una “guerrera” y es así como su hija menor Mónica Arriola Gordillo (1971-2016) vivió sus últimos días.

A sus 44 años, Arriola Gordillo “la consentida” de La Maestra enfrentó dos veces el cáncer. La primera, fue hace seis años cuando se impuso al padecimiento de mama que marcó su vida.

La segunda, recientemente cuando se le detectó de nuevo el mal en el cerebro y en la médula, por el cual se encontraba bajo tratamiento médico, pero no pudo “derribar esa barrera mortal” como ella misma llamaba a su enfermedad.

Mónica Arriola Gordillo, “la guerrera”, combatió en silencio su padecimiento. Acudía a las sesiones del Senado de la República, recuerdan sus compañeros y compañeras, esbozando una sonrisa a pesar de la adversidad de su condición médica.

“Tuve la oportunidad de convivir con ella a lo largo de estas legislaturas, puesto que era muy difícil estar con ella y no esbozar una sonrisa, siempre muy alegre, siempre muy atenta… Ningún senador aquí presente me podría decir que nunca le regaló una sonrisa”, comenta el panista Jorge Luis Lavalle.

La legisladora Martha Angélica Tagle Martínez también lamenta su pérdida.

“Con Mónica fui diputada federal, fuimos diputadas en la 60 Legislatura, y ahí en los muros y oficinas de San Lázaro conoció a la mujer amable, siempre dispuesta y, además, una gran política”, dice.

Pero Mónica Arriola tenía un carácter que imponía.

Carácter que la legisladora chiapaneca forjó así porque era “la consentida” de la profesora Gordillo Morales.

Licenciada en Literatura Latinoamericana por la Universidad Iberoamericana, la legisladora prefirió la política a las letras.

Fue en la arena política y en el magisterio dónde al igual que su madre forjó sólidas amistades al más alto nivel, no sólo con los dirigentes del SNTE, sino también dentro del gobierno federal y el PRI.

Así, Arriola Gordillo creció políticamente junto con el Partido Nueva Alianza, próxima a su madre.

Pero también vinculada al SNTE, al cual se ligó por medio de una asociación civil, donde hacía trabajos enfocados a la salud, sobre todo la prevención de cáncer de mama.

En el Panal fue escalando posiciones, primero como coordinadora de propaganda; coordinadora de campaña del candidato a jefe de gobierno del Distrito Federal, el empresario Alberto Cinta; secretaria general y coordinadora general de campañas en la elección de 2012.

Ese mismo año fue electa senadora de la República.

Empero, tuvo posturas encontradas con su hermana Maricruz Montelongo Gordillo y se habló de una disputa por el control del SNTE, donde Arriola se colocó al lado de su padre y Montelongo, esposa de Fernando González, ex subsecretario de Educación Básica de la SEP, estuvo siempre a lado de su madre.

Tras la detención de su madre, en marzo de 2013, Arriola encabezó un intento de negociación para liberar a Elba Esther, que no prosperó.

La senadora Ana Gabriela Guevara (PT) la recuerda como “una luchadora siempre sensible y preocupada por temas centrales”.

Elba Esther Gordillo dijo su epitafio en su cumpleaños 68: “Aquí yace una guerrera y como guerrera murió”, palabras que concuerdan con su hija la “guerrera” que siempre sonrió...

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