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La retención ilegal de cuatro policías —entre ellos un federal—, por parte de maestros disidentes de Chiapas, permitió que los profesores negociaran con las autoridades estatales la liberación de seis de sus compañeros detenidos durante los enfrentamientos del martes pasado en la entidad, en protesta por la evaluación del desempeño docente.

En una segunda jornada de violencia protagonizada por integrantes de las secciones 40 y 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), los maestros, tras una marcha, se enfrentaron de nuevo con uniformados locales.

Después, llegaron hasta el hotel donde se hospedan los Policías Federales, donde con palos y piedras arremetieron contra los agentes, el inmueble y vehículos. Se apoderaron de uniformes y equipos del personal antimotines como cascos, botas, escudos, toletes, mochilas, chalecos e incluso, balas y proyectiles con gas lacrimógeno, que utiliza la corporación federal para dispersar a manifestantes.

A pesar de los incidentes, ni la Policía Federal ni el gobierno estatal ofrecieron una versión oficial de los hechos.

Al final, después de alrededor de seis horas de que los maestros mantuvieron retenidos a los agentes, el gobierno local liberó a los seis profesores que estaban a disposición de la Procuraduría de Justicia del Estado, desde el martes por la mañana, cuando fueron arrestados durante un enfrentamiento en la Escuela Nacional de Protección Civil, que fue sede para la evaluación magisterial.

Las negociaciones entre líderes de las secciones 40 y 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y funcionarios del gobierno del estado, permitió la liberación, antes de las 19:00 horas, de los maestros Alexander Lázaro Vicente, Óscar Oliver Espinoza Argüello, Eduardo de Jesús Bolaños Nangusé, Jorge Luis Guzmán Siú, Faustino Gómez Hernández y Luber Lauro López Domínguez.

El momento de la liberación fue anunciado por Adelfo Alejandro Gómez, secretario general de la Sección 7, hecho que entusiasmó a los miles de profesores que permanecían concentrados en el parque central de esta localidad.

Como parte de los acuerdos, a cambio de los seis detenidos los maestros entregaron al gobierno del estado a cuatro elementos policiacos: un agente de la Policía Federal y tres de la Policía Estatal Preventiva (PEP), entre éstos dos mujeres. El federal fue retenido después de un enfrentamiento al mediodía ocurrido en un céntrico hotel donde se hospedaban los agentes desde el pasado fin de semana. El resto, en el transcurso de la tarde.

Movilizaciones. Por la mañana, miles de maestros marcharon de la Diana Cazadora a la plaza central con un féretro al frente, como símbolo ante el fallecimiento del maestro David Gemayel Ruiz Estudillo, quien pereció el martes por la mañana al ser arrollado por un autobús que operaban los mismos manifestantes, después de un choque con la policía en la entrada a la Escuela Nacional de Protección Civil, del municipio de Ocozocoautla.

Los disidentes exigían la liberación de los seis maestros, y como medida de presión se presentaron en las inmediaciones del hotel Safari, donde se hospedan los policías federales, para lanzar piedras y palos, contra los agentes, instalaciones y vehículos oficiales que estaban en la zona.

Aunque no se conoció el número preciso de lesionados, de parte de los maestros sólo hubo algunas personas con leves síntomas de intoxicación y al menos tres autobuses que son utilizados para el traslado de los uniformados que resultaron dañados.

Fue entonces que los maestros aseguraron a un elemento y sustrajeron los pertrechos de la Policía Federal, que trasladaron hacia la plaza central y exhibieron a la ciudadanía; los profesores aseguraron que “con estas armas quieren acallar la protesta contra la reforma educativa”.

Horas después retuvieron de forma ilegal a dos mujeres policías y hacia las 17:30 horas a un varón de la PEP, por presuntamente intentar “infiltrarse” en el contingente de maestros.

Ante la retención de los policías, se iniciaron las negociaciones entre autoridades estatales y los lideres de las secciones 7 y 40 del SNTE, acompañados de un grupo de abogados, con la única exigencia de que se liberara a los seis profesores detenidos el martes.

Durante el tiempo que se realizaron las negociaciones, los cuatro policías permanecieron sentados en la plaza central, sin zapatos y con el rostro cubierto con lienzos.

Resistencia. Ayer por la noche, los maestros esperaban el llamado para declararse en asamblea estatal, donde tomarán acuerdos del plan de lucha a seguir en los próximos días, dijo un vocero de los profesores. En esa reunión serán presentados los maestros que ayer fueron liberados.

La liberación de los seis detenidos es parte de la “lucha combativa de todos los trabajadores de la educación de este estado”, que no dan marcha atrás a la “mal llamada reforma educativa”, declaró un vocero de la Sección 7 de la CNTE.

Los maestros entregaron a las autoridades del gobierno del estado y de la Procuraduría de Justicia, las fornituras, pectorales, balas y otros pertrechos que fueron recuperadas después del enfrentamiento en las inmediaciones del hotel Safari.

“Nosotros no golpeamos y tampoco somos asesinos, por lo que vemos todas las condiciones para hacer la entrega [de ese material y de los policías] como fue acordada”, comunicó el vocero de los maestros, quien se negó a proporcionar su nombre.

Mientras los docentes continúan en el plantón, en el parque central de esta capital, en los alrededores permanecen cientos de agentes de las policías Federal y estatal.

Horas después del enfrentamiento se registró movimiento de agentes policiacos en el aeropuerto Ángel Albino Corzo, donde arribó un avión de la Secretaría de Seguridad Pública Federal y funcionarios de la oficina del Comisionado de la Policía Federal.

Sobre el deceso del maestro Ruiz Estudillo, los líderes magisteriales anunciaron que el cuerpo se inhumó ayer a las 16:00 horas.

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