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La decisión de recurrir a esquemas financieros como los Fideicomisos de Bienes Raíces (Fibras) en el sector energético, obedece a una previsible reducción de las inversiones en esta industria.

Vendrían a sustituir la parte que estarían dejando de hacer Petróleos Mexicanos o la Comisión Federal de Electricidad, dado tanto los recortes presupuestales como el gasto austero que se perfila para 2016, según señalaron analistas financieros.

Tenemos que partir de la base de que sólo la industria petrolera demanda inversiones anuales por 36 mil millones de dólares y que en 2015 observó una reducción de 10.5% con tendencia a la baja en 2016, comentó un director de uno de los grupos bursátiles más importantes de México, quien pidió no ser citado.

El economista en jefe de Barclays México, Marco Oviedo, ya había pronosticado que ante la caída de los precios del petróleo, Pemex invertirá menos en el sector y podría revisar algunos proyectos que le competen de la Ronda Cero.

Durante la mesa redonda Perspectivas Económicas Hacia Finales de 2015, el especialista advirtió que “si la segunda fase de la Ronda Uno no es exitosa, sería un mal presagio, pues evidenciaría que el mercado pronostica que los precios del petróleo serán más pesimistas. Así, se retrasarán los efectos de la reforma energética, pues no será momento de invertir”.

Incluso, pronosticó que el recorte al gasto público en 2016 rondaría 1.1% del PIB nacional.

Las fuentes consultadas explicaron que “las Fibras son un instrumento o vehículo financiero muy importante y pueden llegar a tener un tamaño mas grande que las propias Fibras inmobiliarias”.

La ventaja que tienen es que permiten acceder a inversionistas que tradicionalmente no tienen oportunidad de colocar, por ejemplo, 3 mil 500 pesos en acciones de una fibra en la Bolsa Mexicana de Valores.

Además, tiene un incentivo fiscal: no pagan impuestos.

Esta clase de instrumento financiero puede operar con independencia de los precios del barril de petróleo, precisó la fuente consultada.

Se trata, dijo, de una tecnología financiera legal que contribuye a financiar proyectos de quienes tienen necesidad de recursos a través de quienes tienen excedentes.

Antonio Tejeda, de Fibra Uno dijo que si bien el negocio de la energía no es de renta, si permite la apertura del sector a nuevos instrumentos.

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