El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, afirmó ayer que el gobierno de Cuba es responsable de averiguar quién provocó los “incidentes” que en 2016 causaron “síntomas físicos” a varios diplomáticos estadounidenses en ese país. Mientras que Canadá informó de un caso similar entre sus trabajadores en la isla.

“Consideramos a las autoridades cubanas responsables de descubrir quién ha llevado a cabo estos ataques de salud no sólo contra nuestros diplomáticos. Hay otros casos con otros diplomáticos también”, dijo Tillerson tras asistir a una reunión encabezada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Bedminster, Nueva Jersey.

“No hemos podido determinar quién es culpable”, aseguró el secretario de Estado, al reiterar lo que señaló este jueves la portavoz de su departamento, Heather Nauert, en una conferencia de prensa.

“Consideramos a Cuba responsable de la seguridad de toda nuestra gente, como cualquier país anfitrión tiene la responsabilidad de la seguridad de los diplomáticos en esos países”, agregó el jefe de la diplomacia estadounidense, en alusión la Convención de Viena.

Tillerson no quiso confirmar los informes de prensa que apuntan a que los diplomáticos estadounidenses fueron víctimas de un “ataque acústico” con “dispositivos de sonido”, que les hizo perder capacidad auditiva.

La cadena CNN informó el miércoles que los síntomas de los afectados estadounidenses se parecían a los de una conmoción cerebral y que repercutieron en la audición. De acuerdo con este medio, se podría tratar de “un ataque acústico”.

El incidente salió a la luz ese día y el jueves el gobierno canadiense confirmo que al menos uno de sus diplomáticos en La Habana sufrió dolencias físicas similares a las que han afectado a los representantes estadounidenses.

El gobierno en Ottawa indicó que al menos uno de sus diplomáticos en Cuba tuvo que ser tratado en un hospital con “síntomas poco comunes”, entre ellos dolor de cabeza y pérdida de audición. La familia del trabajador canadiense también se vio afectada.

“Sabemos de síntomas poco comunes que afectaron al personal de la embajada canadiense y de la estadounidense y sus familias en La Habana”, dijo a DPA una portavoz del gobierno canadiense.

De acuerdo con la prensa, los diplomáticos podrían haber estado expuestos a un sonido no audible por el oído humano, pero dañino para la salud. Sin embargo, el gobierno cubano afirma que jamás ha permitido que la isla sea utilizada para acciones contra diplomáticos, y calificó de “injustificada e infundada” la decisión estadounidense de ordenar la salida de dos funcionarios cubanos.

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