El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó ayer que “por las buenas o por las malas” sentará en una mesa de diálogo a los dirigentes opositores con los que mantuvo conversaciones a finales del año pasado, durante una sesión especial de la Asamblea Constituyente en la que presentó sus propuestas para una nueva Carta Magna.

“Muy pronto los voy a sentar en la mesa otra vez, por las buenas o por las malas los vamos a sentar, pero en Venezuela tiene que haber diálogo, nos la tenemos que jugar con valentía”, dijo Maduro en el Palacio Federal Legislativo. Recordó que durante 2016 hizo continuos llamados al diálogo “y en noviembre” se logró “que la derecha venezolana se sentara nuevamente donde siempre ha debido estar”.

Durante su intervención, Maduro dijo que reconocía los “poderes plenipotenciarios” de la Constituyente, compuesta por 545 miembros, para regir los destinos de la República y que se “subordinaba” ante él.

Asimismo, saludó que los partidos de oposición hayan inscrito candidatos para las próximas elecciones regionales y afirmó que con esto “reconocen” la legitimidad de la Constituyente. El miércoles la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) inscribió candidatos para las elecciones a gobernadores —unos comicios que debieron celebrarse en diciembre pasado según la Constitución— pese a que el Poder Electoral le prohibió presentar postulaciones en siete de las 24 entidades federales del país.

La ex diputada María Corina Machado condicionó ayer su permanencia en la MUD a que la coalición no participe en dichas elecciones.

Sobre Estados Unidos, Maduro dijo que desea tener relaciones “de respeto” e instruyó al canciller Jorge Arreaza a iniciar gestiones para que se concrete una “conversación” con el presidente estadounidense Donald Trump.

El acto de ayer en la Asamblea se produjo horas después de que manifestantes bloquearan vías del este de Caracas y portaran carteles en demanda de democracia y en rechazo a la destitución y condena del alcalde del municipio capitalino de El Hatillo, David Smolansky, del partido Voluntad Popular de Leopoldo López. Es el segundo dirigente opositor sentenciado a 15 meses de prisión en menos de 48 horas y el quinto alcalde opositor removido en menos de un mes.

El máximo tribunal sancionó a Smolansky, de 32 años, por desacatar una sentencia que lo obligaba a levantar los bloqueos de las vías que mantenían manifestantes en su municipio. El dirigente no acudió a la audiencia y se desconoce su paradero, aunque en un mensaje grabado llamó a los vecinos a continuar las protestas. “Prefiero morir de pie a vivir arrodillado ante esta dictadura”, dijo. Una condena similar fue aplicada el martes, bajo el mismo argumento, al opositor Ramón Muchacho, alcalde del municipio capitalino de Chacao. De los cinco sólo uno fue arrestado y el resto se mantiene en la clandestinidad.

Según la oposición venezolana, 23 alcaldes tienen causas judiciales abiertas y podrían ser destituidos.

En tanto, Juan Carlos Gutiérrez, abogado del líder opositor Leopoldo López, dijo que su cliente tiene prohibido transmitir cualquier tipo de información desde su arresto domiciliario, al que fue devuelto el día 6 de este mes tras un breve regreso al penal militar de Ramo Verde. “Está imposibilitado desde el punto de vista jurídico de transmitir información por lo que llama el tribunal medios convencionales, no convencionales y bajo cualquier tipo de circunstancia”, detalló.

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