Millones de huevos

fueron contaminados en Europa con fipronil, un insecticida cuyo uso está prohibido en animales destinados al consumo humano.

A continuación, lo que se sabe sobre este escándalo que afecta a 10 países europeos:

Bélgica

fue alertada oficialmente a comienzos de junio por un criador. Siguiendo la pista del tratamiento contra el ácaro rojo, una agencia sanitaria belga estableció un vínculo con Holanda a través de una firma local.

Según la prensa belga y holandesa, esta empresa, ChickFriend, compró su desinfectante a otra empresa del norte de Bélgica, Poultry-Vision.

El 20 de julio, Bélgica alertó a la Unión Europea (UE), antes de que Holanda y Alemania hicieran lo propio.

El 1 de agosto, La Haya anunció que había detectado una sustancia tóxica, el fipronil, en cientos de miles de huevos y que habían bloqueado decenas de criaderos de aves.

Las autoridades belgas afirman que Holanda había sido alertada de la presencia en huevos de fipronil ya en noviembre de 2016.

Alemania calcula que a su territorio llegaron al menos tres millones de huevos contaminados procedentes de Holanda.

Bélgica

procedió a retiradas preventivas y discretas a partir de julio.

También se ha demostrado la presencia de huevos contaminados en Suecia, Suiza, Francia, Reino Unido y Luxemburgo.

El jueves, Rumania descubrió una tonelada de yemas de huevo en estado líquido contaminadas con fipronil, importadas de Alemania, y Austria retiró lotes sospechosos procedentes de Holanda y destinados a restaurantes, a pesar de que no se había detectado la presencia de fipronil.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el fipronil "moderadamente tóxico" para los humanos, y representa un peligro para los riñones, el hígado y la tiroides si se absorbe en grandes cantidades.

Las débiles concentraciones registradas en los huevos contaminados conllevan un muy ligero riesgo de intoxicación. La contaminación en las gallinas perdura entre seis y ocho semanas.

El uso de fipronil está prohibido en animales destinados a la cadena alimentaria en la UE, pero sigue siendo habitual en muchos productos antiparasitarios para mascotas o en artículos de uso doméstico, como los antitermitas o los antihormigas.

En Alemania, Holanda y, en menor medida, Bélgica, los supermercados afectados por lotes contaminados retiraron de sus estantes varios millones de huevos la semana pasada.

Hay preocupación sobre los productos procesados que contienen huevos, como la mayonesa.

Las autoridades sanitarias nacionales imponen a los productores la destrucción de los huevos contaminados por una empresa especializada y bloquearon todas las ventas de proveedores potencialmente afectados.

En Bélgica, además de los huevos, los animales y el estiércol están "bloqueados" en las explotaciones aún bajo vigilancia.

En Bélgica y Holanda se abrieron sendas investigaciones para rastrear los circuitos de comercialización de los lotes contaminados.

Este jueves se llevaron a cabo varios registros durante una operación acordada entre los dos países, que condujeron al arresto en Holanda de dos directivos de una de las empresas incriminadas, ChickFriend, según la prensa holandesa.

Los primeros registros se realizaron en julio en Bélgica en una empresa identificada como Poultry-Vision por los medios belgas, en la que se decomisaron más de 6.000 litros de productos prohibidos.

También se abrió una investigación en la región alemana de Baja Sajonia.

lsm

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