Algunos legisladores de Estados Unidos pidieron ayer al presidente Donald Trump que entregue cualquier grabación de conversaciones con el despedido jefe del FBI James Comey, planteando potencialmente un enfrentamiento con la Casa Blanca.

En un movimiento altamente inusual, la semana pasada Trump pareció sugerir en Twitter que él podría tener grabaciones de conversaciones con Comey y advirtió al ex director del FBI que no hable con los medios; sin embargo, no se ha confirmado la existencia de tales grabaciones.

Los senadores republicanos Lindsey Graham y Mike Lee dijo que la Casa Blanca debe “limpiar el aire” sobre si grabaron conversaciones y de ser el caso, divulgarlas.

El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, también dijo que Trump debería suministrar inmediatamente al Congreso cualquier grabación y advirtió que su destrucción violaría la ley.

Además, a menos de una semana del despido de Comey, el gobierno ha entrevistado al menos a ocho candidatos para el puesto de director del FBI. Trump, quien hace el viernes su primer viaje oficial al extranjero, dijo el sábado que es posible que anuncie su decisión antes de esa fecha: “Creo que el proceso va a ser rápido. Casi todos ellos son muy conocidos”. Ocho candidatos se reunieron el sábado con el secretario de Justicia, Jeff Sessions, pero quien sea elegido para reemplazar a Comey requiere confirmación del Senado.

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