Eduardo Cunha, el alguna vez poderoso congresista que dirigió el juicio político contra la destituida presidenta de Brasil Dilma Rousseff, fue condenado ayer a 15 años de cárcel por su participación en una vasta red de corrupción conocida como Lava Jato, en la empresa estatal Petrobras.

El juez Sergio Moro determinó que Cunha es culpable de corrupción, evasión fiscal y lavado de dinero en un caso relacionado con un contrato de Petrobras en la nación africana de Benín. Moro dijo que Cunha obtuvo 1.5 millones de dólares de 2011 a 2014 en la confabulación de corrupción.

“Entre los crímenes de corrupción, de lavado de dinero y de evasión fraudulenta de divisas, hay pruebas materiales”, señala la sentencia.

El juez Moro, quien es considerado por muchos en Brasil como un héroe anticorrupción, señaló además que Cunha trató de involucrar en el proceso a quien fue alguna vez su aliado cercano y ahora presidente de la nación, Michel Temer: solicitó que fuera testigo en el caso contra él y entonces preparó un cuestionario que potencialmente pudo haber sido dañino para el mandatario. El juez, quien vio las preguntas con anticipación, determinó que no debían formularse en el tribunal porque no tenían nada que ver con el caso contra Cunha y estaban diseñadas solamente para hacer quedar mal a Temer.

“No puede existir una ofensa más grande que la que proviene del hombre que traiciona a su cargo y la sagrada confianza colocada en él por el pueblo para beneficiarse personalmente”, escribió el juez en su fallo.

El ex congresista está encarcelado desde octubre. Su equipo de defensa dijo que apelará la decisión del magistrado Moro.

Cunha era presidente de la Cámara de Diputados de Brasil cuando él inició el proceso de destitución contra Rousseff por cargos de manipulación del presupuesto fiscal. Antes de eso, Cunha encabezó una rebelión que evitó la aprobación en el Congreso de iniciativas de ley clave presentadas por Dilma.

Fue además una figura líder en la decisión del partido PMDB en marzo de 2016 de respaldar la remoción de la entonces presidenta. Cunha votó en abril del año pasado a favor de destituir a Rousseff. La decisión fue aprobada por abrumadora mayoría por la Cámara Baja antes de ser confirmada por el Senado. El entonces vicepresidente Temer asumió la presidencia en mayo.

Cunha y Temer fueron aliados durante la mayor parte de sus trayectorias, pero se alejaron después de que el ex congresista fue encarcelado.

Roberson Henrique Pozzobon, uno de los fiscales de la investigación por la operación Lava Jato, que investiga desde hace más de tres años la red de desvíos en Petrobras, dijo que habrá más “sorpresas” en 2017, con nuevos implicados en el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil. “Existen investigaciones en desarrollo que se están tramitando bajo secreto de sumario”, dijo Pozzobon a EFE.

El fiscal habló de más empresas bajo investigación, así como agentes públicos y políticos.

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