Funcionarios y organismos civiles lanzaron hoy una campaña para que Nueva York otorgue licencias de conducir a personas indocumentadas, justo cuando las políticas del presidente Donald Trump amenazan a millones de inmigrantes.

La campaña “Luz verde NY: conduciendo juntos” fue anunciada por el contralor del estado de Nueva York, Scott Stringer, lo que prepara el terreno para que el asambleísta Francisco Moya presente en los próximos días una iniciativa en la Asamblea del estado.

De ser aprobada la iniciativa, Nueva York se uniría a los 12 estados —más la capital Washington D.C. y Puerto Rico— que otorgan licencias de conducir a inmigrantes indocumentados.

La implementación de esta política permitiría a 150 mil indocumentados de Nueva York recibir licencias de manejo.

La campaña, impulsada también por varios organismos de defensa de los migrantes, fue lanzada junto con dos informes que delinean los beneficios que tendría que otorgar estos permisos a personas que no cuentan con documentos migratorios.

La política ayudaría a apoyar a las familias inmigrantes, mediante la ampliación de sus oportunidades de empleo, la reducción de las primas de seguro para todos los conductores estatales y la mejora de la seguridad pública en las carreteras.

Los costos de implementar estas propuestas, además, serían compensados de manera plena por los ingresos adicionales que obtendrían los gobiernos locales y estatales por emitir estas licencias.

La nueva ley exigiría que los datos no se almacenen a perpetuidad y que cualquier solicitud de esta información por parte de un tercero, como serían las autoridades federales, vaya acompañada de una orden judicial.

Los análisis establecieron que la capacidad de conducir legalmente proporcionará a los neoyorquinos un mayor acceso a puestos de trabajo mejor remunerados, además de que fortalecerá a las familias, facilitando que los padres lleven a sus hijos a la escuela.

“Mientras que la retórica retrógrada y la formulación de políticas retrógradas siguen saliendo de Washington, ésta es una propuesta de futuro para que el estado de Nueva York dé poder a comunidades que necesiten de nuestro apoyo”, expresó Stringer.

El contralor precisó que la concesión de licencias no es sólo una declaración de los valores de Nueva York, sino que es una decisión práctica que hace más seguras las vialidades, ayuda a los inmigrantes a salir de las sombras y ahorra dinero.

“La implementación de esta propuesta consolidará nuestro legado como una ciudad y un estado que dan la bienvenida a los inmigrantes. Es simplemente lo correcto”, consideró por su parte Steven Choi, director de la Coalición de Inmigración de Nueva York.

Directivo de uno de los grupos que impulsan la campaña, Choi destacó que justo cuando la comunidad migrante teme el clima creado por el gobierno federal, el estado de Nueva York debe apoyar a aquellos que son más vulnerables ante estas políticas.

lsm

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