El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, decidió apostar por dos millonarios creyentes de sus políticas: Wilbur Ross en Comercio y Steven Mnuchin en el Tesoro serán los encargados de rediseñar la política económica estadounidense, se anunció ayer.

Ross, conocido como el “rey de la bancarrota” y rival acérrimo de los tratados de libre comercio, confirmó ayer en su primera aparición televisiva como nominado a la Secretaría de Comercio su imagen de opositor a la política comercial mexicana.

“México tiene 44 tratados con otros países que hacen que sea más beneficioso hacer envíos internacionales desde México que desde Estados Unidos. Lo crean o no, México tiene mejores tratados con el resto del mundo que con Estados Unidos. Y vamos a arreglarlo”, prometió, augurando una batalla feroz con la economía mexicana y abriendo de par en par la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El que será nuevo jefe del comercio en el gobierno de Trump aseguró que se acabó el tiempo de hacer “acuerdos comerciales estúpidos”, y que la prioridad del nuevo gobierno serán las relaciones bilaterales, dejando para el pasado los tratados multinacionales.

“El problema de los acuerdos comerciales regionales es que te desmenuzan con el primer país. Luego negocias con el segundo país y te vuelven a desmenuzar. (…) Lo que tenemos que poner en perspectiva es que somos un gran mercado. El importador más grande del mundo. Y tenemos que tratar el resto de países como buenos proveedores, no determinar la muestra com un único entero”, argumentó Ross.

Las prioridades del Tesoro Para Mnuchin, las prioridades son claras: mantener un crecimiento del PIB sostenible de entre 3 y 4%, algo “crucial” para EU y, para ello, la única receta es una nueva reforma fiscal, “el cambio más grande desde Reagan”.

Mnuchin, hasta ahora jefe y estratega económico de la campaña de Trump, es el ideólogo de la rebaja fiscal para empresas hasta 15% (ahora está alrededor del 35%) dedicada a mantener puestos de trabajo en EU. “Si recortamos los impuestos corporativos vamos a crear un enorme crecimiento económico”, aseguró el que será nuevo secretario del Tesoro.

También es uno de los creadores de la simplificación de tramos fiscales (de siete a tres) pedido desde hace tiempo por los republicanos y que ahora con Trump parece que se pondrá en marcha, que según la mayoría de analistas beneficiará especialmente al tramo de ingresos más altos.

Ese aspecto lo negó categóricamente Mnuchin: “No habrá un recorte de impuestos absoluto a la clase alta. Habrá un recorte grande de impuestos para la clase media”, aseguró.

Los dos nombramientos tendrán que ser ratificados por un Senado que no les es del todo favorable a Trump y es probable que les ponga más “peros” de los previstos porque sus vínculos con Wall Street no son vistos de manera positiva. Interesante será la audiencia de Mnuchin, quien trabajó codo a codo con George Soros, uno de los principales donantes de Hillary Clinton.

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