El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, que se enfrenta a una revuelta en su partido por unas declaraciones lascivas sobre las mujeres, se siente "fatal" por la polémica, pero no piensa retirarse y participará el domingo en su segundo debate con la demócrata Hillary Clinton, afirmó un destacado asesor suyo.

El asesor, el ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, se mostró desafiante en sus apariciones televisivas del domingo, al afirmar que Trump no descarta pasar a la ofensiva en el debate y hablar sobre las pasadas infidelidades del marido de Hillary, el ex presidente Bill Clinton.

Un video de 2005 conocido el viernes muestra a Trump -en ese momento una estrella de "reality show"- hablando a micrófono abierto sobre manoseos a mujeres y sus intentos por seducir a una mujer casada. La grabación fue hecha meses después de que Trump se casara con su tercera esposa, Melania.

Entrevistado por el programa "Meet the Press" de la cadena NBC, Giuliani dijo que ambos aspirantes presidenciales son imperfectos, pero que Trump siente que tiene que seguir en la carrera por sus seguidores.

"Obviamente, se siente muy mal por lo que dijo, ya se ha disculpado", dijo Giuliani. "Lo que quiere ahora es que hablemos de los asuntos que preocupan a los estadounidenses".

Los republicanos han atacado a Hillary Clinton, de 68 años, por el papel que jugó supuestamente a la hora de desacreditar a las mujeres que acusaron a Bill Clinton de conductas sexuales impropias décadas atrás.

Un mes antes de la elección del 8 de noviembre, Trump, de 70 años, se está enfrentado a su peor crisis en sus 16 meses de campaña. La presión sobre Trump en el debate será intensa en el debate, que se celebrará a las 20.00 hora local (0100 GMT del lunes) en la Washington University de St. Louis.

Será un debate con formato de encuentro municipal, en el que los votantes indecisos harán la mitad de las preguntas, mientras que los dos moderadores formularán el resto.

Su compañero de fórmula, el candidato a vicepresidente, Mike Pence, dijo que Trump debe mostrarse arrepentido. "Rezamos por su familia y esperamos la oportunidad de mostrar lo que está en su corazón cuando se presente ante la nación mañana por la noche", señaló Pence en un comunicado.

SITUACIÓN DELICADA

La crisis situó al Comité Nacional Republicano en una situación delicada a menos de un mes de la elección.

Trump tendría que renunciar a la nominación para permitir que los líderes republicanos escojan a un sucesor, pero el magnate inmobiliario neoyorquino no está mostrando señal alguna de que vaya a dimitir, a pesar de los crecientes llamados de líderes electos para que dé un paso al costado y permita que Pence sea el nominado.

"Los medios y la clase dirigente me quieren fuera de la carrera - ¡NUNCA ABANDONARÉ LA CARRERA, NUNCA DECEPCIONARÉ A MIS SEGUIDORES!", escribió Trump en el medio social Twitter.

En el primer debate, el 26 de septiembre, Clinton logró poner constantemente a la defensiva a Trump. Como nunca deja una acusación sin respuesta, perdió oportunidades de usar su tiempo para atacar las debilidades de su rival.

Los republicanos dijeron que Trump debe actuar más al estilo de Pence, considerado el ganador del debate vicepresidencial con su rival demócrata, Tim Kaine, la pasada semana.

El estratega republicano Ron Bonjean cree que Trump podría aprender mucho de Pence, que estuvo a la ofensiva, no se molestó en responder a las acusaciones de Kaine y pareció calmado e imperturbable.

"Fue una lección clara de cómo evitar caer en las trampas de tu rival", dijo Bonjean. "No hables de lo que el otro equipo quiere que hables, céntrate en lo que quieres decir".

afcl

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