San José.— Óscar Arias, ex mandatario de Costa Rica, decidió que no volverá a buscar la presidencia y anunció anoche que renunció a ser candidato en los comicios de 2018, porque es importante abrir espacio a nuevas generaciones.

“Sólo los tiranos se aferran al poder”, dijo Arias en un mensaje por televisión. “Los demócratas, y yo soy uno de ellos, entienden la importancia de hacerse a un lado. Creo que hay que darle espacio a los que vienen y ésta es la principal razón para no presentar mi nombre a una nueva candidatura presidencial”, señaló en su mensaje.

De 76 años, premiado en 1987 con el Nobel de la Paz por promover la pacificación de Centroamérica, Arias fue presidente de Costa Rica de 1986 a 1990 y de 2006 a 2010. Aunque aseguró que las encuestas lo colocan como favorito para ganar en 2018 y ejercer la presidencia una vez más, desistió de postularse.

“No estoy pensando en los próximos cuatro años. Estoy pensando en los próximos 40. Tengo suficientes fuerzas y suficientes ideas para servirles nuevamente. Pero también sé que no soy indispensable. Nadie lo es en una democracia”, expuso en su mensaje.

“Jóvenes de Costa Rica: ¡ocupen su lugar en la historia!”, pidió.

Arias integra el opositor Partido Liberación Nacional, de origen socialdemócrata y principal fuerza política costarricense en los últimos 65 años. La reelección presidencial es permitida en Costa Rica, pero sin ser consecutiva.

Su decisión contrasta con las tendencias políticas en otros países de la región como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, y, recientemente, Honduras, donde los mandatarios han intentado mantener el poder político.

En Nicaragua, Daniel Ortega es candidato presidencial por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional en las elecciones de noviembre próximo para iniciar un tercer periodo consecutivo en 2017.

Evo Morales asumió en 2006 la presidencia de Bolivia; se reeligió en dos ocasiones y gobernará al menos hasta 2020.

En febrero pasado perdió un referendo en el que el pueblo boliviano rechazó que aspire en 2020 a un nuevo mandato presidencial y complete 19 años como gobernante en 2025, aunque tampoco se descarta otra consulta que le permita volver a postularse.

Nicolás Maduro tomó posesión en abril de 2013 tras la muerte, en marzo de ese año, del presidente Hugo Chávez, y debe concluir en 2019. Actualmente, la oposición exige que se celebre un referendo revocatorio para poner fin a su mandato, pero no está claro que se pueda llevar a cabo.

En Honduras, Juan Orlando Hernández —quien asumió en 2014 y debe finalizar en 2018— atiza un debate por su reelección, la cual es un tema sensible en el país y en 2009 provocó el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya.

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