Washington.— Barack Obama, presidente de Estados Unidos, afirmó ayer que el país enfrenta diferentes desafíos terroristas después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron casi 3 mil personas.

“Quince años después de esta pelea, la amenaza ha evolucionado. Con nuestras defensas más fuertes, los terroristas a menudo intentan ataques a una más pequeña, pero aún mortal, escala”, advirtió, durante un acto realizado en el Pentágono.

“Ideologías de odio instan a las personas en su propio país a cometer violencia inenarrable. Hemos lamentado pérdidas de inocentes de Boston a San Bernardino y a Orlando. Lobos solitarios ahora rondan y buscan atacar desde Boston a San Bernardino y a Orlando”, insistió.

Por la mañana, Obama observó un minuto de silencio en la Casa Blanca en memoria de las víctimas y luego se dirigió al Pentágono, uno de los tres lugares que fueron atacados aquel día, donde encabezó un acto conmemorativo. Señaló que “el homenaje más perdurable para aquellos que perdimos es defender a Estados Unidos”.

El jefe del Ejecutivo de Estados Unidos agregó: “Renovamos el amor y la fe que nos une como una familia estadounidense. Nos mantenemos fieles al espíritu de este día defendiendo no sólo nuestro país, sino nuestros ideales”.

El presidente estadounidense, en su último aniversario de la tragedia como mandatario, dijo que los supervivientes son para él y para la nación “una inspiración”. “En su dolor y en su gracia nos han recordado que, juntos, no hay nada que los estadounidenses no pueden superar”, reiteró. El mandatario también aprovechó la conmemoración para abordar las amenazas terroristas a las que se ha enfrentado y se enfrenta el país.

Aseguró que “grupos como Al-Qaeda y el Estado Islámico (EI) saben que nunca serán capaces de derrotar a una nación tan grande y fuerte como Estados Unidos. Han tratado de aterrorizar con la esperanza de poder avivar suficiente miedo para que nos volvamos unos contra otros y poder cambiar lo que somos o cómo vivimos”.

Recuerdo en Nueva York. En Nueva York, en el sitio donde dos aviones se impactaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center, tuvo lugar la lectura solemne de los nombres de las personas fallecidas.

Uno a uno, y por orden alfabético, los nombres de las víctimas fueron leídos en voz alta por sus familiares, en una acción que se vio interrumpida en seis ocasiones por el tañido de una campaña en los momentos claves de esa tragedia: cuando los dos aviones se impactaron contra las Torres Gemelas, cuando se deplomó cada uno de los edificios, cuando un tercer avión se estrelló en el Pentágono y cuando una cuarta aeronave se estrelló en Pensilvania.

Sin embargo, este año el evento no fue ajeno a las campañas electorales y estuvieron presentes los dos principales candidatos a la presidencia: la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump.

“Hace 15 años, Estados Unidos sufrió el peor ataque terrorista de su historia. Miles de madres, padres, hermanas, hermanos y niños inocentes estadounidenses fueron asesinados por terroristas radicales islámicos”, indicó el millonario.

“Hoy lloramos a todos los que perdieron sus vidas. Lloramos por todos los niños que tuvieron que crecer sin un padre o una madre y por los padres que tuvieron que luchar sin sus hijos. Nunca los olvidaremos”, añadió el abanderado republicano.

Clinton, quien era senadora por Nueva York en 2001, también visitó la llamada Zona Cero.

“Nunca olvidaremos el horror del 11 de septiembre de 2001. Hoy, rindamos homenaje a sus vidas y al espíritu tremendo de las víctimas y los equipos de emergencia”, dijo la candidata a través de Twitter.

En memoria de esta fecha, los abanderados decidieron no realizar actos de campaña.

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