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Las autoridades ecuatorianas subieron el domingo a 246 el número de fallecidos y a 2 mil 527 los heridos por el poderoso terremoto que se registró la noche del sábado en las costas centrales del país. “Se están elaborando listas de desaparecidos y continúan las labores de rescate”, dijo el vicepresidente Jorge Glas en rueda de prensa.
El sismo de magnitud 7.8 causó el sábado por la noche temor hasta en los habitantes de la capital andina Quito, pero provocó devastación en pueblos a orillas del Pacífico y graves daños en Guayaquil, la ciudad más populosa del país.
El presidente Rafael Correa anticipó su regreso de un viaje a Italia por la tragedia y escribió en Twitter que la “prioridad inmediata” es el “rescate entre los escombros”. “Todo se puede reconstruir; sin embargo, no es posible rehacer las vidas perdidas y eso es lo que más nos duele”, dijo Correa desde Roma, previo a su retorno anticipado.
El terremoto fue el más fuerte desde el sismo de magnitud 7.7 que golpeó al territorio en diciembre de 1979 y causó entonces unos 600 muertos y 20 mil heridos, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés). Glas dijo que las autoridades estaban elaborando las listas de desaparecidos, mientras llegaba ayuda de países latinoamericanos y de la Unión Europea.
La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que México enviará una misión conformada por personal de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, de la Policía Federal, de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina, de Protección Civil y Bomberos de Jalisco, de Protección Civil y Bomberos de Zapopan y de la Cruz Roja. La misión que enviará el país a Ecuador también la integran autoridades de
la Cancillería.
La misión de enlace, coordinación, búsqueda y rescate, conformada por autoridades federales, de Jalisco y de la Cruz Roja es la única instruida para apoyar al gobierno ecuatoriano en esta emergencia.
Por su parte, autoridades ecuatorianas informaron que movilizaron a 13 mil 500 efectivos de las fuerzas de seguridad para garantizar el orden público y declararon el estado de emergencia en seis provincias de la costa del Pacífico.
