Washington.— Donald Trump regresó ayer al tablero de los ganadores con sendas victorias en los estados de Michigan y Mississippi para marcar de nueva cuenta distancia frente a sus adversarios y sortear la coalición de fuerzas que se han unido en su contra.

La victoria de Trump ha colocado al senador por Florida, Marco Rubio, y al gobernador de Ohio, John Kasich, ante la imperiosa necesidad de vencer en sus respectivos estados en las primarias del próximo martes 15 de marzo.

En caso contrario, su permanencia en la contienda se convertirá en una misión suicida.

La coalición de fuerzas creada para enfrentar a Donald Trump fracasó en su intento por restar impulso al magnate en Michigan y Mississippi, dos estados que le han permitido demostrar su capacidad para vencer en el sur y en el norte. A pesar de ello, el hecho de que no haya arrasado en Michigan, un bastión industrial castigado por la recesión y donde su discurso en contra de los tratados comerciales galvanizó pero sin convencer a la mayoría, demuestra que la candidatura de Trump sigue teniendo problemas.

Precisamente, las fragilidades de su candidatura serán explotadas por una coalición de líderes del partido y de líderes de empresa que no se resignan a la idea de Trump como el ungido del Partido Republicano en la convención a realizarse en julio próximo en Cleveland, Ohio.

“Sospecho que la inevitabilidad de Donald Trump va a seguir siendo puesta a prueba”, consideró el analista político David Axelrod, en referencia a los planes de esa coalición para descarrilar a Trump y a la cita del 15 de marzo, donde estarán en juego los estados de Ohio, Florida, Illinois, Missouri y Carolina del Norte y donde podrían asomar cabeza Ted Cruz,
John Kasich o Marco Rubio.

Sin embargo, pocos tienen aún fe en la capacidad de Rubio para regresar al carril de la viabilidad como presidenciable: “Marco Rubio a partir de ahora lo tiene muy difícil. No sólo por los resultados en Michigan y en Mississippi sino por las últimas encuestas en donde ha caído hasta el último lugar”, aseguró Geoffrey Skelley, de la Universidad de Florida, en alusión al difícil momento que atraviesa la campaña de Rubio en medio de continuos rumores de desplome.

Precisamente, un sondeo realizado por The Washington Post confirmó ayer que, pese al hecho de que Donald Trump ha perdido fuelle (34%) ante el avance del senador por Texas Ted Cruz (25%), el senador de Florida Marco Rubio se encontraba muy lejos de los favoritos, con 18%.

A pesar de los triunfos de Trump en las primarias de ayer, su campaña no perdía de vista a Cruz, el único que lo ha vencido en cuatro ocasiones y el único con posibilidades de darle alcance. Las posibilidades de Cruz de interceptar a Trump vivirán un momento crucial el próximo martes. Si no consigue imponerse, tendrá que resignarse a la idea de una escapada sin regreso de Donald Trump hacia la victoria definitiva.

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