El presidente Nicolás Maduro manifestó el martes la necesidad de que el gobierno trabaje en conjunto con los sectores productivos del país para impulsar la postrada economía venezolana, pero una vez el mandatario difirió el anuncio de medidas concretas para enfrentar la severa crisis económica que padece Venezuela.

Después de la declaración de emergencia económica que acordó Maduro la semana pasada, se esperaba que el gobernante en su encuentro con empresarios de los sectores públicos y privados hiciese "algunos anuncios", pero no fue así.

Luego de dar algunas orientaciones generales, Maduro se limitó a anunciar la creación del llamado Consejo Nacional de la Economía Productiva, integrado por casi cuatro docenas de personas de diversos sectores de la economía, una instancia que tendría como meta construir "alianzas estratégicas" con empresarios y trabajadores para superar las dificultades económicas que agobian a los venezolanos.

"Venezuela ha entrado en una verdadera crisis que amenaza la seguridad y los logros sociales alcanzados por la Revolución", como llaman el proyecto socialista ideado por el fallecido presidente Hugo Chávez, dijo Maduroen un acto transmitido a la nación en cadena de radio y televisión.

"Todo lo que vayamos a hacer debe tener al ser humano en el centro", aseveró, sin dar otros detalles.

Las autoridades anunciaron el 15 de enero un decreto de emergencia económica que le permitirá al gobierno disponer recursos especiales para atender los gastos del presupuesto; lograr financiamientos para recuperar la inversión; establecer límites máximos de ingreso y egreso de moneda venezolana en efectivo, y tener acceso a los medios de transporte, canales de distribución y almacenes privados.

La presentación del decreto coincidió con la difusión que hizo el Banco Central de Venezuela de la tasa de inflación que alcanzó para septiembre pasado una variación anualizada de 141,5%, mientras que la economía se contrajo en 7,1% para el tercer trimestre del 2015, cifras que Maduro consideró como "catastróficas".

Muchos venezolanos, incluso fieles seguidores del oficialismo, le han recriminado su falta de liderazgo para encarar la profunda crisis económica del país que se espera que se agrave este año, en parte por la tardanza de su gobierno en adoptar medidas de fondo para corregir las distorsiones de la economía.

Desde el 2006, los venezolanos enfrentan problemas de desabastecimiento, pero la situación se agravó en los últimos dos años coincidiendo con la caída de los precios del petróleo, principal fuente de ingresos en divisas del gobierno. La escasez se ha agudizado debido a que el gobierno redujo la venta de divisas oficiales, lo que impide a muchas empresas comprar en el exterior materias primas, repuestos y equipos.

Venezuela tiene una fuerte dependencia de las importaciones de bienes, entre los que se incluyen más de la mitad de los alimentos procesados y una amplia gama de productos que se consumen en el país.

Según los críticos del gobierno, el control de los precios de productos de primera necesidad, los engorrosos trámites para transportar o almacenar los artículos y las expropiaciones de empresas desalientan las inversiones y constituyen las principales causas de la escasez.

Maduro ha pedido apoyo a todos los sectores y al Congreso, que controla la oposición, para hacer frente a la crisis.

En aparente alusión a los temores expresados por opositores y algunos analistas de que el gobierno utilice la emergencia económica para agilizar las expropiaciones en el país, entre otras medidas que pudiesen coartar las libertades económicas, el presidente socialista destacó el martes que tiene el propósito de "establecer acuerdos distributivos, comercializadores, basados en las leyes de la economía y en el respeto a los derechos del pueblo".

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses