El Cártel de Sinaloa, una verdadera multinacional del crimen y las drogas con presencia en más de 40 países y seis mil ciudades de Estados Unidos, no se verá afectado por la última detención de su líder, Joaquín "El Chapo" Guzmán, igual que no tuvo impacto en sus negocios criminales el anterior periodo que Guzmán pasó entre rejas porque solo un trabajo a fondo para desarticular su infraestructura financiera podrá debilitarlo.

Un ex alto funcionario de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA); el fundador de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la fiscalía mexicana, y un consultor internacional, ex asesor de Naciones Unidas, coincidieron en el diagnóstico de forma contundente y todos dudan de si el actual gobierno de Enrique Peña Nieto querrá o podrá ir más allá de la simbólica captura, la tercera en la historia del capo, para desarticular sus finanzas. Varios miembros del gabinete han insistido públicamente en que se hará.

"No va a tener impacto alguno. Fue una captura magnífica, pero es solo una victoria moral", asegura el ex jefe de operaciones internacionales de la DEA, Michael S. Vigil, sobre el operativo que logró arrestar el 8 de enero al narcotraficante en una vivienda de la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, después de meses de trabajo de inteligencia.

"Ismael "El Mayo" Zambada, uno de los capos más viejos y astutos, manejó el cártel cuando "El Chapo" estuvo en prisión. Sobrevivieron a los ataques del gobierno, a las guerras con otros cárteles y lo hizo crecer", dijo Vigil en referencia al periodo de Guzmán en el penal del Altiplano de febrero de 2014 a julio de 2015, cuando se escapó por un túnel de 1,5 kilómetros que conectaba la ducha de su celda con el exterior.

Documentos de la DEA de esa etapa indicaban que Guzmán seguía dando órdenes desde la cárcel "a través de los abogados que lo visitaban y tal vez desde un teléfono celular suministrado por guardias corruptos".

"Ahora Sinaloa crecerá igual porque "El Mayo" es más inteligente y es el que tiene todos los contactos internacionales en Sudamérica y Asia", agregó Vigil. Para evitarlo solo hay una vía: atacar la infraestructura del cártel, su dinero y arrestar a los oficiales corruptos.

EXPERTOS COINCIDEN

Edgardo Buscaglia, consultor internacional y presidente del Instituto de Acción Ciudadana -una ONG mexicana-, coincidió en que Sinaloa ha seguido creciendo hasta convertirse en la "quinta organización criminal más importante del planeta" y subrayó que funciona tan bien que "los cambios en su directorio se hacen en piloto automático".

"Es como si cae el director de un gran banco, enseguida está el reemplazo".

El fundador de la oficina especializada en Delincuencia Organizada de la fiscalía mexicana, Samuel González, ponía otro ejemplo. "Si a una mesa de ocho patas le quitas una no pasa absolutamente nada".

Este tipo de estructura, coinciden los expertos, impide que la caída del líder conlleve luchas intestinas o una mayor violencia, algo que sí se da en otros cárteles, y solo de dan "chispazos puntuales" cuando otros grupos creen que pueden apoderarse de algún territorio, dijo Buscaglia.

Para luchar contra los capitales, el primer paso sería auditar a las empresas del sector agropecuario, la construcción, el turismo o el farmacéutico que funcionan legalmente pero con recursos procedentes de los cárteles y cruzar los registros de propiedad de todos los estados para seguir la pista al dinero y los bienes de dichas organizaciones.

Buscaglia tuvo en mayo pasado una reunión con la fiscal general mexicana, Arely Gómez, quien, según el académico, se mostró muy receptiva a sus sugerencias pero dudó si "el pacto de impunidad que existe en el sistema político mexicano la permitirá actuar o bloqueará" cualquier actuación en este sentido.

Este experto también apostó por hacer un "maxi-proceso" a "El Chapo", juicios como los realizados en Italia, en los que un grupo de fiscales impulsan varias causas penales para ir desmantelando trozo a trozo el entramado financiero.

El Cártel de Sinaloa surgió a principios de los 90 heredero de las grandes familias de capos de ese estado del noroeste del país y se volvió más sangriento y poderoso en la primera década del siglo XXI —"El Chapo" se escapó por primera vez en 2001— al controlar gran parte de las rentables rutas de tráfico de drogas a lo largo de la frontera con Estados Unidos.

Sus alianzas con grupos locales en Centro y Sudamérica le permitió seguir creciendo gracias a un sofisticado sistema de distribución internacional de cocaína y metanfetaminas y su participación en una veintena de delitos diferentes.

El único que le sigue de cerca y crece es un cártel aliado, Jalisco Nueva Generación, que puso en jaque al gobierno mexicano en la primera mitad de 2015 con fuertes ataques a las fuerzas armadas.

"El verdadero trabajo contra el cártel empieza ahora: acabar con sus bienes", aseguró el ex funcionario de la DEA. "La gente de México lo merece".

ahd

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses