El prefecto de la isla francesa de Córcega, Christophe Mirmand, pidió ayer que cesen las manifestaciones en la capital, Ajaccio, tras dos días de revueltas con un trasfondo islamófobo.
“He recibido a una delegación para pedirles que cesen estos movimientos, que dan una imagen desastrosa de Córcega”, declaro Mirmand.
El prefecto se dirigió a la prensa al término de una manifestación que se desarrolló sin incidentes pero bajo fuertes medidas de seguridad, en solidaridad con dos bomberos y un policía heridos durante unos incidentes ocurridos el jueves en un barrio de Ajaccio.
Los tres resultaron heridos cuando 60 individuos les lanzaron piedras y proyectiles mientras intentaban apagar varios neumáticos que estaban ardiendo. Al día siguiente una manifestación de varios centenares de personas en apoyo de los bomberos y el agente degeneró en una serie de incidentes que culminaron en un incendio provocado en una mezquita. Las fuerzas políticas han llamado a calmar los ánimos.