El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo el lunes que su país está dispuesto a recibir a 20 mil refugiados provenientes de Siria, en medio de la peor crisis inmigratoria desde la Segunda Guerra Mundial. Por su parte, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, dijo hoy que su país acogerá a un “importante número de refugiados” sirios, como una forma de atajar lo que llamó “una tragedia para la humanidad completa”

Miles de inmigrantes llegan diariamente a Europa provenientes de zonas de crisis en Oriente Medio, África y Asia, mientras los gobiernos europeos debaten cómo afrontar la situación.

Hungría, por ejemplo, está terminando de levantar una valla de 3.5 metros de alto a lo largo de su frontera con Serbia para disuadir a los inmigrantes, mientras que Alemania dio la bienvenida a más de 11 mil 500 inmigrantes sólo durante el fin de semana.

"¿Cuántos árabes más tienen que morir para que despierte una gran conciencia humana de paz?", se preguntó Maduro en un consejo de ministros televisado.

"Quiero que vengan 20 mil sirios a nuestra patria venezolana, a compartir esta tierra de paz, de Cristo, de Bolívar, y a construir con el desarrollo de esta tierra mágica", agregó.

Por su parte, Bachelet puntualizó: “vamos a trabajar, y estamos trabajando como gobierno, para poder acoger un importante número de refugiados”.

“Es una tragedia para la humanidad completa”, dijo Bachelet, en alusión a los miles de sirios que tratan de llegar a Europa, por cualquier medio, para escapar de la guerra civil.

“Como país, hemos recibido a muchos (refugiados) en momentos duros, y creo que así seguirá siendo”, comentó, al ratificar que “Chile ha sido y seguirá siendo terreno fértil para la construcción de una sociedad tolerante”.

Añadió que aspira a un país “que condene la discriminación y en la que se relacionen sin conflictos todas las personas, independiente de su edad, sexo, raza, origen, religión, procedencia, orientación sexual e identidad de género”.

El último fin de semana, el canciller chileno Heraldo Muñoz aseveró que el gobierno de Bachelet evalúa acoger a un grupo de refugiados sirios con el apoyo de la comunidad siria en Chile, que espera recibir entre 50 y 100 familias.

Uruguay y Argentina son algunos de los países de América Latina que han abierto sus puertas a los ciudadanos sirios, que atraviesan una cruenta guerra civil entre fuerzas leales al presidente Bashar al-Assad y los rebeldes, entre ellos, el Estado Islámico (EI).

La crueldad del EI, que ocupa amplios territorios en Irak y Siria, ha obligado a millones a huir hacia Europa y otros países fronterizos.

A pesar de que la crisis alzó vuelo con la llegada de inmigrantes a las puertas de Europa, el número de personas que llega al viejo continente es bajo en comparación con los varios millones de refugiados en El Líbano, Turquía y Jordania, países vecinos de Siria.

El Papa Francisco realizó el domingo un llamamiento para que cada parroquia y comunidad religiosa acoja a una familia de inmigrantes.

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