La Habana.— El gobierno de Colombia y la guerrilla izquierdista de las FARC anunciaron ayer que superaron los temas más espinosos de las negociaciones de paz, abriendo el camino para firmar en seis meses un histórico acuerdo para poner fin al conflicto interno más antiguo de Latinoamérica.

A casi tres años de que comenzaron las negociaciones, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) , Rodrigo Londoño alias Timochenko, acordaron en La Habana establecer tribunales especiales para juzgar a los involucrados y amnistía para los combatientes que no hayan cometido crímenes de guerra. Además, convinieron reparaciones para las víctimas del conflicto que ha dejado durante más de medio siglo unos 220 mil muertos y más de un millón de desplazados.

“En seis meses —el 23 de marzo de 2016— estaremos dando un adiós definitivo a la última y más larga guerra de Colombia, y no sólo de Colombia, sino de toda América”, dijo Santos después del anuncio oficial. Timochenko, dijo que “la orientación que tiene nuestra delegación es hacer el máximo esfuerzo por tratar de llegar a un acuerdo final antes de los seis meses”.

En una foto memorable, Santos y Timochenko estrecharon sus manos ante el presidente cubano, Raúl Castro, cuyo gobierno y el de Noruega actúan como garantes del proceso. Fue el primer encuentro público de los dos rivales. Castro aseguró que “la paz en Colombia no sólo es posible, es indispensable”.

En un comunicado, el secretario estadounidense de Estado, John Kerry, señaló que “el anuncio en La Habana representa un avance histórico hacia un acuerdo final de paz para acabar con más de 50 años de conflicto armado”.

Una vez que se concrete la firma del acuerdo final, las FARC dejarán las armas a más tardar 60 días después.

“No vamos a fracasar. Ha llegado la hora de la paz”, dijo Santos. El jefe de las FARC expresó su “satisfacción por el cierre exitoso del acuerdo sobre jurisdicción especial para la paz”, que juzgará no sólo a los guerrilleros sino a los agentes del Estado y los miembros de las Fuerzas Armadas que intervinieron en el conflicto. El acuerdo prevé una amnistía para delitos políticos, así como penas alternativas para los juzgados por el largo conflicto colombiano.

En contraste, el ex presidente colombiano Álvaro Uribe dijo que el acuerdo iguala a “la sociedad civil con el terrorismo”.

La legislación excluye de posibles amnistías delitos de lesa humanidad como genocidio y graves crímenes de guerra, así como la toma de rehenes y otros delitos. Se impondrán penas de cinco a ocho años para quienes hayan participado en el conflicto y admitan sus delitos y 20 años a quienes no lo hagan. La fiscalía anunció que, tras el acuerdo, se suspenden 50 imputaciones contra la cúpula guerrillera y que podrán amnistiarse más de 16 mil miembros de las FARC, aunque el número de guerrilleros estimado es de 8 mil. Agencias

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