Zagreb.— Luego de convertirse repentinamente en la nueva vía de ingreso a Europa para el mayor movimiento migratorio en décadas, Croacia dijo el viernes que no podía aceptar más refugiados y que los dejaría seguir su viaje, desafiando a la Unión Europea a hallar una política para recibirlos.

Los inmigrantes, en su mayoría de países pobres o asolados por la guerra en Medio Oriente, África y Asia, han estado llegando a Croacia desde el miércoles, después de que Hungría bloqueó lo que había sido la principal ruta con una cerca de metal y policía antidisturbios en su frontera con Serbia.

“Ya no podemos registrar y alojar más a estas personas”, dijo el primer ministro croata, Zoran Milanovic, en una conferencia de prensa en la capital, Zagreb.

“Recibirán comida, agua y ayuda médica y luego pueden continuar. La Unión Europea debe saber que Croacia no se convertirá en una zona de inmigrantes. Tenemos corazón, pero también tenemos cabeza”, agregó.

La llegada de 17 mil personas en 48 horas, muchas a través de campos y esquivando a la policía, ha sido demasiado para uno de los países menos prósperos de la UE en una crisis que ha dividido al bloque de 28 naciones.

Un récord de 473 mil 887 inmigrantes han cruzado el Mediterráneo hacia Europa en lo que va del año, dijo la Organización Internacional para las Migraciones, en su mayoría de países en guerra como Siria, que buscan una vida mejor y más segura.

Cientos de miles han recorrido a pie la península de los Balcanes para llegar a los países europeos más ricos, especialmente Alemania, que se está preparando para aceptar a 800 mil solicitantes de asilo este año.

La llegada de miles de personas tomó desprevenida a la Unión Europea, que no ha presentado una política común para lidiar con la mayor migración a Europa Occidental desde la Segunda Guerra Mundial.

Hungría actuó por su cuenta al cerrar esta semana la principal ruta en su frontera con Serbia, tras lo cual miles de inmigrantes en los Balcanes buscaron caminos alternativos.

Pese a su dura postura, Hungría dijo que más de 4 mil personas habían llegado al país desde Croacia el viernes, y que para el final del día se esperaban otros mil a mil 200 inmigrantes.

Llevados a la frontera de Croacia en autobuses y trenes, los inmigrantes y refugiados eran vigilados por policías y soldados mientras se los transfería a otros vehículos en Hungría, donde las autoridades dijeron que serían registrados.

Las autoridades húngaras interceptaron ayer un tren que trasladaba refugiados de Croacia a Hungría, desarmaron a unos 40 policías croatas que los custodiaban y detuvieron al maquinista, según el jefe de la unidad de emergencias magiares, Gyorgy Bakondi.

Bakondi explicó que el tren croata llegó al paso fronterizo húngaro de Magyarbóly sin previo aviso, tal como el resto de trenes y autobuses que llegaron de Croacia, según unas declaraciones recogidas por la televisión estatal M1.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) denunció ayer que el caos que se registra en Hungría, Serbia y Croacia se debe a la falta de una respuesta “coherente y unida” de la Unión Europea ante la crisis de refugiados. “El sufrimiento y los riesgos para los miles de refugiados y los migrantes aumenta a medida que crece la incertidumbre y la falta de información contribuye a su desesperación”, agregó.

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