El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, telefoneó hoy para trasladarle el pésame a la viuda del alguacil Darren Goforth, asesinado a tiros por la espalda en la noche del viernes mientras repostaba su vehículo en una gasolinera cerca de la ciudad de Houston, Texas.
"He llamado a Kathleen Goforth. En nombre del pueblo estadounidense, le he trasladado mis condolencias, y le he dicho que Michelle y yo rezaremos por ella y su familia", indicó Obama en un comunicado remitido por la Casa Blanca.
"También le he prometido que seguiré destacando la valentía que los agentes de Policía demuestran en nuestras comunidades cada día. Arriesgan sus vidas por nuestra seguridad. Atacar a agentes de Policía es totalmente inaceptable y una afrenta a la sociedad civilizada", concluyó el mandatario.
Darren Goforth, de 47 años y alguacil asistente del condado de Harris, había terminado de poner gasolina a su vehículo cuando un hombre se acercó a él por detrás y le disparó quince veces en la nuca, sin motivo aparente y sin mediar palabra.
Horas más tarde, las autoridades detuvieron al hombre que creen que cometió el ataque, Shannon Miles, de 30 años y contra el que se han presentado cargos que podrían conllevar la pena de muerte.
El alguacil del condado y superior de Goforth, Ron Hickman, achacó el asesinato al clima de hostilidad hacia la Policía que se vive en muchas ciudades de EU, a su juicio fomentado por el movimiento afroamericano "Black Lives Matter" (Las vidas negras importan).
Miles, negro, asesinó a Goforth, blanco, "solo porque iba uniformado", indicó Hickman, para quien "las vidas negras importan, todas las vidas importan, y las vidas de los policías también importan".
Sin contar el caso de Goforth, en lo que va de año un total de 22 oficiales han muerto por disparos en EU.
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