El exgobernador de Florida y aspirante a la nominación republicana a la presidencia, Jeb Bush, se comprometió hoy a solucionar el problema de 11 millones de indocumentados y arreglar el sistema migratorio de Estados Unidos si llega a la Casa Blanca.

El aspirante presidencial, en entrevista con la cadena Telemundo, dijo que su plan es que esos indocumentados “salgan de las sombras y reciban un permiso de trabajar”.

“Pagan impuestos, una multa pequeña, aprenden inglés, no reciben beneficios del gobierno federal y salen de las sombras, reciben un estatus legal después de una temporada”, precisó.

Bush dijo que se sintió “herido” por los comentarios del magnate Donald Trump sobre los inmigrantes mexicanos, y que eso no ayuda a solucionar el problema migratorio.

“Herido de escuchar a una persona hablando tan vulgar, esto hace más difícil de resolver este problema, cuando hay políticos que hablan así”, dijo el menor de la dinastía Bush en una entrevista en español.

“Además de eso se ofende a millones de personas que están aquí legalmente, no tiene sentido, en términos políticos es malo y en términos de crear un ambiente donde se puede resolver el problema es peor”, añadió.

Señaló que difiere “totalmente” con las medidas del presidente Barack Obama para el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba y su pedido del fin del embargo comercial a la isla.

“Estoy totalmente en contra, creo que la política debe ser que siempre queremos la libertad de Cuba, queremos la democracia, queremos cambiar la relación, pero basado en hechos. En este caso (Obama) ni promesas ha recibido para hacer esto”, señaló.

“Los dictadores no se van quietamente en la noche. Hay que ser vigilantes y este presidente no reconoce eso”, agregó al referirse a los hermanos Castro, Fidel y Raúl, actual presidente de Cuba.

Señaló además sobre la influencia hispana en su familia que “Columba es bien mexicana, orgullosa de su ciudadanía de este país, pero comemos comida mexicana en la casa, nuestros niños son hispanos en muchos de los aspectos”.

“La influencia hispana en mi familia es algo importante en mi vida”, dijo al citar en tono de broma que en su casa se habla más español “particularmente cuando mi primera dama esta enojada conmigo”.

El exgobernador, quien se encuentra tres puntos porcentuales por debajo de Trump para la nominación republicana según una encuesta divulgada por CNN el domingo, se dirigió este día en un evento de campaña a la comunidad puertorriqueña de Orlando, al centro de Florida.

“Creo que ya que son un territorio para los ciudadanos de Estados Unidos y deben de recibir el respeto primero para su autodeterminación, y luego ayudarlos tanto como podamos en su crisis económica” .

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