Londres.— El primer ministro británico, David Cameron, logró una contundente victoria electoral que dejó muy mal parados a sus oponentes laboristas, contradiciendo las previsiones de que sería la votación más reñida en décadas y conservando el poder por otros cinco años.

La libra esterlina, los bonos y las acciones se dispararon luego de que se despejaron los temores de un resultado no concluyente que habría obligado a Cameron a compartir el poder con su rival laborista, Ed Miliband.

En cambio, Cameron se reunió ayer con la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham para aceptar un mandato para formar el primer gobierno de mayoría conservadora desde la sorpresiva victoria de John Major en 1992.

Pero pese al resultado inesperadamente decisivo de las elecciones del jueves, hay una creciente incertidumbre sobre si el Reino Unido permanecerá en la Unión Europea (UE) e incluso si mantendrá la unidad del país.

Los nacionalistas arrasaron en Escocia y Cameron prometió a los parlamentos regionales de Escocia, Gales e Irlanda del Norte mayores posibilidades de influir en la política nacional. También reiteró su promesa de realizar, a más tardar en 2017, un referéndum sobre la permanencia en la UE.

La consulta popular podría celebrarse incluso el próximo año, uno antes de lo previsto, pronosticó el politólogo Tony Travers, de la London School of Economics.

La escala de su triunfo superó las proyecciones más optimistas de su partido. “Esta es la victoria más dulce”, dijo Cameron, de 48 años, a sus entusiastas seguidores en la sede del partido. El argumento de Cameron ante los votantes fue que había rescatado a Gran Bretaña de la crisis económica para generar el crecimiento más rápido entre las economías más grandes.

El primer ministro había advertido que Miliband paralizaría al Reino Unido al darle a los nacionalistas escoceses las llaves del tesoro inglés.

En los primeros nombramientos de su gabinete, Cameron mantuvo a George Osborne como ministro de Finanzas, quedándose así con el hombre al que se le reconoce haber supervisado la recuperación de la crisis, y volvió a designar a sus ministros de Relaciones Exteriores (Philip Hammond), Interior (Theresa May) y Defensa (Michael Fallon).

Miliband había argumentado que la recuperación beneficiaba a los ricos y la mayoría de la población aún sufría los efectos de la crisis. Pero fracasó en lograr una conexión con los votantes de la clase trabajadora o convencer a la gente de que le podían confiar la quinta mayor economía del mundo. Miliband llamó a Cameron por teléfono para reconocer su triunfo y luego renunció como líder del Partido Laborista. Publicó en Twitter: “La responsabilidad por el resultado es sólo mía”.

Cameron logró la mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias celebradas el jueves: su Partido Conservador obtuvo 331 de los 650 escaños del Parlamento británico, 24 más que en los comicios de 2010. La mayoría de los sondeos preelectorales habían vaticinado para el partido tory un máximo de 285 escaños. Los laboristas quedaron en segundo lugar con 232 escaños, 26 menos de los que ocupaban hasta ahora en la Cámara Baja del Parlamento de Westminster.

La pérdida de votos más sonada fue la del Partido Liberal Demócrata de Nick Clegg, hasta ahora socio de gobierno de Cameron, que sólo obtuvo 8 mandatos, 49 menos que en las últimas elecciones. Clegg también dimitió, tras aceptar la responsabilidad por la “catastrófica” pérdida de escaños, pese que él sí logró un mandato directo.

La jornada electoral dejó otro perdedor: Nigel Farage, líder del partido derechista y euroescéptico UKIP.

Farage renunció al no lograr un escaño directo en su distrito electoral, como había prometido.

Aparte de los conservadores, el gran ganador de estos comicios fue el Partido Nacional Escocés (SNP), que se hizo con el 56 de los 59 escaños destinados para Escocia en el Parlamento y con ello se convierte en la tercera fuerza después de los tories y los laboristas, pese a haber logrado sólo un 4.7% de los votos a nivel nacional.

En Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, felicitó a Cameron por su victoria electoral. Respecto al referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, el portavoz de Juncker, Margaritis Schinas, recordó que éste ya se había comprometido en el pasado a buscar un “acuerdo justo” con Londres. Subrayó que la Comisión Europea va a examinar “de manera educada, amistosa y objetiva” cualquier solicitud de introducir cambios en la relación del Reino Unido con la UE.

También el presidente estadounidense, Barack Obama, felicitó a Cameron por lo que llamó su “impresionante victoria”. Agencias

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