Katmandú.— La comunidad internacional respondió al llamado de ayuda lanzado por el gobierno de Nepal, tras el devastador terremoto de 7.8 en escala de Richter que dejó ayer un saldo provisional de más de mil 800 muertos en ese país y algunas decenas más en las naciones vecinas.

El Ministerio del Interior cifró este domingo los muertos en mil 805. La cifra definitiva posiblemente triplique ésta, dijeron expertos. Los heridos superan los cuatro mil.

En la capital de Nepal, Katmandú, quedaron destruidos numerosos edificios y templos, entre ellos algunos declarados patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como la Plaza Durbar —que albergaba los antiguos palacios reales de Hanuman Dhoka, residencia de la monarquía nepalesa hasta el siglo XIX— y la emblemática Torre Dharahara (también conocida como Bhimsen), que quedaron reducidas a escombros.

Según datos oficiales, en India murieron al menos 34 personas. En la región china del Tíbet, según los medios estatales, murió una mujer de 83 años y en Bangladesh también perdió la vida una mujer. Además, 25 trabajadoras textiles resultaron heridas cuando huyeron de su fábrica en Savar. Desde Paquistán por el momento no se había informado de víctimas.

En el conocido como valle de Katmandú, de 1.5 millones de habitantes (censo 2011), el panorama era desolador. Desafiando las bajas temperaturas, las personas salieron a la calle, donde permanecieron horas por temor a réplicas. El tráfico en la ciudad se paralizó porque muchas calles quedaron destruidas.

El guía turístico nepalés Naba Raj Amgai acababa de volver de un viaje en bicicleta cuando su casa comenzó a sacudirse, arrojando al suelo un refrigerador y un televisor. Él y su mujer corrieron hacia las escaleras. Afuera, todos sus vecinos estaban saliendo a las calles, gritando y llorando. “Fue horrible”, dijo Amgai, quien seguía parado en la calle varias horas después.

El epicentro del sismo se situó a 80 kilómetros de Katmandú, a unos 18 kilómetros de profundidad, según el Centro de Información Geológica Alemán (GFZ) con sede en Potsdam.

El portavoz del Ministerio del Interior de Nepal, Laxmi Dhakal, señaló que aún no es posible estimar la dimensión de la destrucción. “Hay pueblos alejados de los que aún no sabemos nada”. En las zonas afectadas se declaró el estado de emergencia.

El sismo desató además una avalancha en el Monte Everest, que causó la muerte de al menos 18 montañistas, cuyos cuerpos fueron rescatados del campamento base por un equipo del ejército indio. Entre los fallecidos estaba Dan Fredinburg, quien era responsable del área de privacidad en Google.

Funcionarios del Ministerio de Turismo estimaron que al menos mil montañistas, incluyendo unos 400 extranjeros, estaban en el campamento base o en el Everest cuando ocurrió el terremoto. Tres montañistas peruanos están desaparecidos.

El escalador rumano Alex Gavan hizo un llamado desesperado por Twitter para que un helicóptero fuera a evacuar a los escaladores. “Muchos muertos. Muchos más gravemente heridos. Muchos morirán si no viene un helicóptero lo antes posible”, escribió. Varios países del mundo manifestaron sus condolencias y anunciaron el envío de ayuda a Nepal.

La Fuerza Aérea india envió cuatro aviones con víveres, agua y equipos de rescate, dijo un portavoz del Ministerio de Defensa en Nueva Delhi. Paquistán envió cuatro aviones C-130 que llevan un campamento con 30 camas de hospital, así como personal médico del ejército y brigadas de búsqueda y rescate urbanos, y dos mil raciones de comida. El gobierno estadounidense puso a disposición ayuda inmediata por un millón de dólares. Además, se enviará un equipo de ayuda a la región, comunicó la Casa Blanca.

También la Unión Europea prepara el envío de ayuda. El gobierno británico enviará expertos para ayudar en las labores de rescate. Naciones Unidas también apoyará en las operaciones de búsqueda y rescate.

El papa Francisco, en tanto, rezó por las víctimas. “Hemos lanzado un enorme plan de acción de rescate y rehabilitación y hay mucho por hacer”, dijo el ministro nepalés de Información y Difusión, Minendra Rijal. “Nuestro país está en un momento de crisis y vamos e necesitar mucha ayuda”, declaró.

Peña Nieto expresa solidaridad

El Presidente mexicano Enrique Peña Nieto expresó, vía Twitter, su “solidaridad con el gobierno de Nepal y con los familiares de las víctimas del terremoto”. En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), externó las condolencias del gobierno de México. Subrayó que contactó a los siete ciudadanos mexicanos que tiene registrados en Nepal y que están a salvo. “Ninguno de ellos ha solicitado asistencia o protección consular”, detalló.

Sin embargo, los familiares del mexicano Eduardo Chenandoa Ramírez Santiso, de 27 años de edad, quien se encontraba en Nepal, reportaron ayer desde Ciudad Victoria, Tamaulipas, que no han podido comunicarse con él.

“El se comunicó con nosotros ayer —viernes— en la tarde por su cuenta de Facebook, nos pedía 80 dólares, pero luego vino el terremoto y ya no supimos de él”, relataron.

“La familia hemos recurrido a las autoridades pero no dicen nada, no saben bien sobre cuántos mexicanos están allá”, indicaron. Agencias / Roberto Aguilar Grimaldo

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