La Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem) clausuró de forma total y temporal la tala de árboles en un predio de 2.5 hectáreas en Lago de Guadalupe que podría formar parte del Santuario del Agua.

En operativo realizado por la Propaem, supervisado por los secretarios de Medio Ambiente, Raúl Vargas Herrera, y de Salud, César Gómez Monge; así como por Ana Sofía Manssur García Maass, directora de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf) y por autoridades municipales, colocaron sellos de clausura en zona boscosa ubicada en la calle Pingüinos en el fraccionamiento Lago de Guadalupe, como una medida de seguridad para detener la tala y el daño ecológico, afirmó Román Saldívar Guzmán, procurador ambiental mexiquense.

Vecinos del fraccionamiento Lago de Guadalupe denunciaron que durante el fin de semana, cuadrillas de trabajadores contratadas por un constructor derribaron árboles de esta fracción del bosque, “que durante mucho tiempo supimos que era zona federal y de repente resulta que ya tiene dueño y es propiedad privada”, señaló Victoria Galicia, integrante del grupo de vecinos encabezados por Cristina Ramírez Contreras, presidenta del Consejo de Participación Ciudadana.

Los constructores pretendían derribar cerca de 400 árboles adultos en un área de 2.5 hectáreas, de los cuales lograron derribar 14 en una superficie de 600 metros cuadrados, por lo que para frenar el daño ecológico se determinó acordonar la zona y colocar sellos de clausura, además de que la Propaem evalúa la aplicación de una sanción económica a quien se presente a reclamar la aplicación de la clausura, indicó el procurador ambiental mexiquense.

El Santuario del Agua fue decretado como tal en una superficie de mil 750 hectáreas en la zona del Lago de Guadalupe en diciembre de 2004, cuyas coordenadas están bien delimitadas y se investigará si esta fracción de bosque forma parte de esta área natural protegida, apuntó el secretario de Medio Ambiente Raúl Vargas.

Lo que es un hecho es que esta tala se llevó a cabo de forma clandestina, sin permisos o autorizaciones del ayuntamiento o de la Secretaría de Medio Ambiente mexiquense, apuntó Vargas Herrera.

En este bosque hay conejos pericos, lechuzas, entre gran cantidad de fauna que con la tala pierde su hábitat natural , señalaron vecinos de Lago de Guadalupe, quienes afirmaron que el derribo de árboles lo realizan generalmente en días festivos y fines de semana, para construir nuevos desarrollos habitacionales, en una zona donde no hay factibilidad de servicios públicos como agua potable, energía eléctrica, drenaje y seguridad.

afcl

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