Pedro de Jesús, de 28 años de edad, fue trasladado al penal de Otumba luego que un juez de control determinó legal su detención el pasado 24 de mayo cuando fue retenido y golpeado por habitantes de Santiago Atlatongo, Teotihuacán, junto con otro hombre y una mujer, quienes fallecieron.

Un juez de control determinó la legal detención de Pedro de Jesús y en los próximos días se realizará la audiencia para determinar si es vinculado a proceso.

El procurador mexiquense, Alejandro Jaime Gómez Sánchez, afirmó que no habrá impunidad en el caso de Atlatongo, por lo que analizan fotografías y videos para ubicar a las personas que participaron en el linchamiento de los tres presuntos secuestradores.

Agregó que hubo elementos suficientes para consignar ante un juez al detenido, como la declaración de Ezequiel, la presunta víctima de secuestro, y la confronta, entre otras pruebas, por lo que finalmente el juez determinó legal la detención.

Aclaró que los 18 pobladores de Atlatongo fueron liberados debido a que no fueron detenidos en flagrancia y no existían pruebas en su contra, aunque continúan bajo investigación.

“Lo que he señalado con toda puntualidad es que no teníamos los elementos, los datos de prueba necesarios para establecer que había flagrancia por el delito de homicidio, porque los señores no estaban ni siquiera en el lugar de los hechos donde se había dado”, afirmó.

“Probablemente hayan sido algunos de los que golpearon a estas personas, pero al momento que son puestos a disposición del Ministerio Público, y quien los pone a disposición y en las circunstancias en las que esto se hizo, no había flagrancia. Debo garantizar el proceso penal, el debido  proceso de las personas que ponen a disposición.”

Reiteró que la Procuraduría mexiquense analiza videos, fotografías y reportes policiacos, así como testimoniales, para ubicar a los agresores de las tres personas.

Reconoció que Pedro de Jesús “es probable responsable del delito de secuestro, por una parte lo es así, pero por otra no deja de ser víctima de lesiones, de privación de la libertad y de diversos ilícitos”, dijo.

“Por supuesto que vamos a investigar. Esto no significa ninguna libertad en ninguna circunstancia por cuestión de impunidad. Vamos a ir por ellos y no podemos permitir o tolerar de manera alguna que se haga justicia por propia mano”, insistió.

En Atlatongo persiste un ambiente tenso. Habitantes vigilan las entradas y salidas de su comunidad para detectar personas extrañas, entre ellos reporteros.

Los pobladores temen que familiares de las personas linchadas intenten cobrar venganza y afecten a colonos.

También temen que en cualquier momento ingresen policías ministeriales y detengan a presuntos participantes del linchamiento de las tres personas.

ahc

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