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Toluca, Méx.— Óscar Zavala Martínez, fundador de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm), estimó que alrededor de cuatro mil expendios de medicamentos en la entidad operan sin ninguna licencia e incluso venden productos clonados, ilegales, robados o falsificados, fuera de las normas sanitarias vigentes.

El líder empresarial consideró que de las casi seis mil empresas registradas en este sector, prácticamente 25% o 30% no tienen autorización.

Aproximadamente, dijo, mil 650 sucursales de consultoría farmacéutica están afiliadas, mientras que el resto podrían presentar irregularidades de uno u otro tipo o están fuera de las normas sanitarias.

Zavala Martínez indicó por otro lado que durante el primer semestre del año la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios (Coprisem) clausuró 157 farmacias en el Estado de México, una cantidad muy mínima, señaló, comparada con el universo de establecimientos farmacéuticos que presentan algún tipo de irregularidad.

El dirigente de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias consideró “preocupante” la cantidad de farmacias que no forman parte de alguna organización, ya que las agrupaciones hacen la función de entes reguladores.

Mencionó que se trata de “boticas” sin licencias, permisos sanitarios o avisos de funcionamiento emitidos por las autoridades, lo que, insistió, representa un riesgo para la ciudadanía, pues estos establecimientos trabajan en “ilegalidad”.

Requisitos. Zavala Martínez explicó que para abrir una farmacia, además de cumplir con requisitos fiscales, es necesario tramitar ante oficinas de regulación sanitaria un aviso de funcionamiento, que no tiene ningún costo.

Señaló que este tipo de regulaciones son necesarias, principalmente para el caso de la venta de los llamados medicamentos sicotrópicos o controlados, para lo cual requieren una supervisión minuciosa por parte de las autoridades.

“Antes de que puedan operar y vender medicamentos o, incluso, meter consultorios médicos, la misma autoridad debe hacer una evaluación y varias verificaciones sanitarias”.

Insistió en que no pasar por estos trámites pone en riesgo la salud de la gente que ahí adquiere medicamentos, lo que se suma a la nula capacitación que reciben las empleadas de mostrador que se encargan de surtir las recetas.

Zavala Martínez comentó que ante esta situación, la Unefarm tiene la consigna de denunciar cualquier lugar que opere de forma irregular o no cuente con un permiso sanitario. “Nosotros hacemos la notificación de forma inmediata. Tenemos aproximadamente mil 650 sucursales y 825 empresarios a cargo de estos establecimientos que están completamente regulados”, indicó.

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