Contaminación aplaza Consejo de Transporte

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A causa de la contingencia ambiental se aplazarán las negociaciones para instalar el Consejo para el Transporte y Movilidad (Cometravi) entre la Ciudad de México y el Estado de México que preveía modificar la circulación de vehículos en ambas entidades.

De acuerdo con el titular de la Semovi, Héctor Serrano, esto se debe a la emergencia por la contingencia, ya que debe ser tratada como una prioridad de gobierno y afirmó que el aplazamiento no tiene que ver con la relación ríspida que se ha generado por el tema del origen de la contingencia.

El martes pasado representantes de Movilidad locales y federales se reunieron y determinaron instalar la Comisión el jueves por la tarde para acordar una primera agenda de trabajo, sin embargo, la reunión fue suspendida y no se ha definido una nueva fecha.

La Cometravi revisaría temas de movilidad en ambas entidades, como la restricción de acceso a la ciudad de algunas rutas de transporte del Edomex, la posible aplicación del Reglamento de Tránsito y el Hoy No Circula.

Señaló que la suspensión de la reunión fue “un acto de prudencia para atender prioridades”, y destacó que se deben acatar las medidas extraordinarias para combatir la contaminación.

Al cuestionarlo si existe alguna diferencia entre las entidades, aseguró que al menos de parte de la Ciudad de México no existe confrontación, “eso se vio reflejado al anunciar la gratuidad del transporte, pues se dio a todos por igual a pesar de que la circulación de capitalinos representa solamente 52% del total”.

“La Ciudad de México no tiene para dónde crecer, está circundada por otros estados y lo que genera no son sólo dificultades, sino economía. Por eso la afluencia de quienes vienen de otras partes del país. No podemos hablar de que hay un 50/50 y que eso provoca el problema de la ciudad. Aquí no hay ciudadanos buenos ni malos, como gobierno debemos atenderlos igual”, dijo.

Afirmó que la gratuidad del transporte permanecerá mientras se mantenga la contingencia ambiental y que el Gobierno de la Ciudad de México asume los costos para no dañar a los concesionarios ni a la población.