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A un día que de entre en vigor la ley que prohíbe el uso de animales en circos a nivel nacional, empresarios circenses admitieron que por desesperación arrancaron las ventas de pánico para poder colocar a cerca de cuatro mil especies entre tigres de bengala, ponis y pumas, por mencionar algunos, pues de lo contrario serán acreedores  a multas millonarias de hasta dos millones de pesos si los conservan en las carpas.

Armando Cedeño, presidente de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo (UNEAC), anunció que este miércoles, una vez que haya entrado en vigor la ley, interpondrán una demanda contra el Partido Verde Ecologista e México (PVEM) por daño moral y económico contra los empresarios, ya que de los 500 circos que prevalecían en el país, 100 se han  visto en la necesidad de cerrar los circos y los empresarios de los 400 restantes están preocupados porque no han podido vender sus animales o incluso regalarlos.

En conferencia de prensa en la ALDF, acompañado del diputado  Rubén Escamilla (PRD), Cedeño adelantó que el  jueves  interpondrán nuevos juicios de amparo para echar abajo esta ley a la que calificó de arbitraria e inequitativa.

“No me explico cómo una ley que busca el bienestar animal deje de lado otro tipo de espectáculos como las corridas de toros, las peleas de gallos o incluso los eventos con caballos”, comentó el líder de la UNEAC.

Dijo que a la fecha se han perdido casi 10 mil empleos debido a que la gente ya no acude a los circos porque simplemente no hay animales: “Para dimensionar la situación, un ejemplo es que un circo reconocido,  como es el Atayde donde hay cerca de 2 mil 800 butacas, ahora da funciones con sólo 100 personas”.

El empresario mencionó que apenas hace unos meses, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) giró una circular para que en menos de seis meses pudieran establecer a los animales en terrenos en buenas condiciones, sin embargo, hace 15 días la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) advirtió que no habría sanción siempre y cuando los animales estuvieran en predios fijos, amplios y sin jaulas, tipo zoológico.

Cermeño dijo que los circenses no tienen dinero para un terreno con estas indicaciones, ni siquiera tienen para alimentar, por ejemplo a un tigre que acostumbrado a comer cinco kilos de pollo hoy sólo se le puede dar kilo y medio de comida.

Lamentó que por  esta ley  empresarios, políticos e incluso gente del espectáculo se  “valgan de la desesperación para ofrecer lo mínimo de dinero para adquirir los animales”.

El jueves,  40 empresarios del ramo interpondrán ante los juzgados de distrito una serie de amparos con los cuales buscan que la Suprema Corte resuelva a su favor, para que en 72 horas otorguen suspensión provisional para poder seguir teniendo los animales.

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