david.fuentes@eluniversal.com.mx

Aunque aún sigue en un hospital en observación médica, de donde se espera que en las siguientes horas ya reciba el alta, Antony ya es esperado en el Centro de Estancia Transitoria de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, el lugar donde permanecerá el tiempo necesario en lo que su situación jurídica se define.

En este lugar será atendido por especialistas, psicólogos y enfermeras; le darán la alimentación adecuada tres veces al día, tendrá una cama cómoda y seguirá con sus clases de kinder, las cuales truncó al momento en que fue encadenado, torturado y encerrado por parte de sus propios tíos.

En el Centro de Estancia Transitoria viven en promedio hasta 45 niños quienes en su mayoría están relacionados con violencia familiar, retención, sustracción, omisión de cuidados y delitos de carácter sexual; todos aquellos a quienes alguna vez sus familiares no les demostraron amor, al igual que al pequeño Antony.

En este lugar, a manera de juego, los enseñan a comportarse, alimentarse bien y a que formen parte de la sociedad, a pesar que la mayoría de los niños han vivido en situaciones críticas.

Ayuda temprana. También les empiezan a detectar los problemas sicológicos que durante su corta edad han acumulado y con base a éstos, trabajar de manera grupal e independiente con cada uno de ellos.

“Tratamos de que su estancia en este lugar, por el tiempo que sea, pueda ser no sólo agradable para ellos, si no que también aprendan, se den cuenta que le importan a alguien y, lo mas importante, atajar los problemas que traen desde el lugar donde fueron rescatados.

“Nos hemos encontrado con niños que no confían en los adultos, de inmediato creen que uno les va a hacer daño y desde ahí se empieza a trabajar con ellos. Con todo lo que se ha mencionado del caso de Antony hay mucha expectativa en recibirlo para que conviva con otros niños y tratarlo como se merece”, mencionó un especialista que atiende el Centro de Estancia Transitoria.

Este centro, durante los últimos tres años, ha reforzado el trabajo y la atención que requieren los menores en situación de riesgo que han sido rescatados por la procuraduría capitalina, dependencia a la que ocupa, sobretodo, el bienestar de los infantes que pueden estar hasta la edad máxima de 12 años, incluso algunos que sus padres están pasando por un proceso de divorcio son visitados al considerarse un lugar seguro.

Aquí están los niños que en noviembre del año pasado fueron encontrados en Iztapalapa en una habitación repleta de ratas; la niña de seis años que fue abandonada en la avenida Zaragoza, así como diversos casos de omisión o maltrato de sus propios padres.

Ahora toca el turno a Antony de permanecer en esta estancia en lo que se definirá si regresa con su padre a Estados Unidos o es entregado en adopción.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses