Más Información
metropoli@eluniversal.com.mx
La nueva geografía electoral de la Ciudad de México, con 33 Distritos, estará lista para julio, a tiempo para aplicarse en las próximas elecciones locales, informó el consejero presidente de la Comisión del Registro Federal de Electores (RFE) del Instituto Nacional Electoral (INE), Benito Nacif Hernández.
El 28 de junio se conocerá el escenario final de distritación para, de ser el caso, aprobarlo en los primeros días de julio, informó.
Aunque había interpretaciones legales, según las cuales el INE debía aprobar ese nuevo mapa político-electoral en mayo, y a más tardar el 7 de junio, 90 días antes del inicio del proceso electoral local, el INE cuenta con más tiempo del previsto, gracias a un criterio establecido por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), explicó Nacif.
“Utilizamos el criterio del TEPJF según el cual la distritación no está sujeta a lo que dice el artículo 105 de la Constitución, que marca como plazo fatal para realizar cambios a normas fundamentales en materia electoral 90 días antes del proceso electoral.
“Los magistrados establecieron que la distritación no es una norma fundamental, por lo que es posible realizarla en cualquier tiempo, siempre que sea antes del proceso electoral, que arranca en septiembre”, explicó.
“Eso nos da un poco más de tiempo, otros tres meses más, pero podría estar en julio”, expuso el consejero electoral en entrevista.
Según la calendarización de los trabajos, se ha presentado el segundo escenario de distritación; se recibieron observaciones de comunidades indígenas, y el RFE atiende observaciones.
¿Cómo es el proceso de redistritación? La Constitución de la Ciudad de México redujo de 40 a 33 los Distritos en que se dividirá la capital, y ese será también el nuevo número de diputados de mayoría a elegir en urnas.
El mismo número de ciudadanos se dividirá ahora entre 33, y la distritación consiste en eso, pero con fórmulas que permitan que los Distritos sean lo más homogéneos posible entre sí.
Que cada Distrito cuente con un número igual o similar de electores garantiza que cada voto emitido tenga el mismo valor.
El nuevo trazo electoral debe cumplir, además, con cuatro criterios, con el menor “costo” posible. Este se elabora mediante una fórmula matemática que considera cuatro variantes: desviación poblacional, compacidad geométrica, tiempos de traslado e integridad municipal.
La desviación poblacional busca el equilibrio demográfico (para que cada diputado electo represente a un número similar de habitantes); la compacidad geométrica pretende un trazo lo más cercano a un polígono regular y sin que ningún Distrito rodee íntegramente a otro.
Los tiempos de traslado consideran que haya vías de comunicación y rutas de acceso que faciliten los recorridos en el interior de cada Distrito; que no haya barrancas que dividan y que se facilite la logística en las elecciones: las visitas de capacitación o el traslado de paquetería.
La integridad municipal tiene como objetivo no permitir que se fraccionen ayuntamientos, barrios o comunidades.
Además, la distritación deber contar con el mayor consenso posible de los partidos y tomar en cuenta la consulta a las comunidades indígenas.
