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En sólo cuatro horas la tromba que azotó el lunes el sur de la Ciudad dejo a la familia Hernández casi en la calle. Sus colchones, el ropero de sus hijos, el refrigerador y la estufa quedaron inservibles dentro de su domicilio en la colonia San Bernabé El Chico, en la delegación Tlalpan, donde el agua alcanzó medio metro; no les dio tiempo de alzar nada y ahora duermen en el piso.

La mujer narra que apenas en enero llegaron de Veracruz huyendo de la inseguridad y en búsqueda de un futuro mejor para sus hijos.

Se instalaron en ésta colonia pues a ella le queda cerca de las casas donde realiza el aseo. Para sentirse más segura rentó el cuarto frente a la Iglesia de San Bernabé; sin embargo, el santo no pudo hacer nada por ellos.

En esta colonia 35 casas se vieron afectadas. Las familias no durmieron y se unieron para ayudarse entre ellos pues a pesar que se la pasaron solicitando ayuda a la delegación, la respuesta nunca llegó. Ahí se perdió todo, mascotas, animales de granja, incluso vehículos. Sobre la calle Pirul, los vehículos estacionados se inundaron; los propietarios dicen que ya no sirven pues al agua llegó al motor.

“Fue horrible, por más que intentamos salvar las cosas no pudimos, todo se nos hecho a perder, el uniforme de mis hijos, sus zapatos y otras cosas se las llevó el agua, no pensamos que fuera tan grave porque dicen que siempre que llueve aquí es nomás un rato, pero ahora no, no hemos dormido nada, dejó de llover como a las dos y desde las cuatro estamos sacando el lodo.

“Le hablamos a bomberos, Protección Civil y a la policía y nadie llegó. El agua empezó a salir por las coladeras, por el excusado, por todos lados. Mi vecino, que vive en el tercer piso, se inundo también porque el agua le salía por todos lados, ahora no se qué voy a hacer, no tengo ni donde acostar a mis hijos ni con qué taparlos”, cuenta María Hernández mientras retiraba el lodo de su pequeña habitación.

Otro de los puntos más afectados fue el taller de don Gerónimo. Su equipo de trabajo, los vehículos de sus clientes y sus pertenencias también fueron arrasados. Asegura que en 40 años que tiene en la zona nunca había visto una inundación similar; culpa principalmente a la falta de prevención de las autoridades.

“No desazolvaron como lo hacen cada año, no abrieron las compuertas de allá arriba para que el agua pasara. Saben que es temporada de lluvias y no hicieron nada, me ha tocado ver que llueve fuerte, pero no como esa noche, pero como a la delegada no le importa, no se acercó.

Huyó hasta con el canario. En el fraccionamiento Villas Prado Coapa la tromba afectó 100 casas, al menos 50 vehículos y dejó un sin números de enseres domésticos echados a perder. Fueron desalojadas 20 personas entre adultos de la tercera edad y mujeres; doña Ofelia tuvo que ser llevada a un hospital al darse cuenta de la magnitud de la tragedia.

Durante la madrugada la Secretaría de Seguridad Pública destinó a 500 policías para atender el lugar, llegaron con lanchas y equipo especial para desazolvar las alcantarillas y bombas para retirar el agua, además tenían que evitar actos de rapiña y trasladar en lacha a los colonos desde sus casas inundadas a tierra firme.

Algunos no quisieron moverse de sus viviendas y pidieron esperar a que el agua bajara para ver los daños totales, mientras que otros, como podían, intentaban sacar el líquido desde dentro que en algunos puntos alcanzó los 50 centímetros.

Al fondo del fraccionamiento vive don Arturo, quien fue rescatado por policías poco después de las 15:00 horas. Su esposa fue llevada al hospital al darse cuenta de la magnitud de la tragedia, él, como hombre de la casa, se quedó a rescatar algunas pertenencias, a resguardar los documentos y a darle de comer a las mascotas.

Pero los policías le recomendaron moverse a un lugar seguro, don Arturo accedió a irse a casa de una de sus hijas. Para ir por él se implemento un operativo especial, pues el septuagenario no quería dejar nada al azar.

Antes de embarcarse subió al canario que nunca dejó de cantar, después les encargó a los uniformados estar el pendiente de su casa, “no se preocupe, aquí vamos a estar hasta que todo vuelva a la normalidad”, le dijeron.

Los vecinos piensan dialogar con las autoridades para que una situación similar no se vuelva a repetir pues dicen, no es la primera vez que sucede, y acusan que esto lo ocasiona la falta de trabajo preventivo de las autoridades al no desazolvar en temporada de lluvias las coladeras y tener listos los drenajes pluviales.

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