La noche de este viernes un periodista de esta casa editorial fue asaltado en Avenida Juárez, cuando salía de laborar alrededor de las 23 horas.

En el cruce de esa avenida con Balderas, dos hombres lo abordaron. Uno de ellos lo sujetó del cuello mientras el otro esculcó en sus bolsas.

El reportero se sintió asfixiado y golpeó al agresor, a lo que uno de ellos respondió con una mordida en el antebrazo. Tras una primera valoración, personal médico de esta casa editorial determinó que el periodista requerirá mayor atención médica.

El grupo consumía solventes en la vía pública.

Finalmente, los ladrones se llevaron un equipo de telefonía celular. Y partieron rumbo a la Alameda Central.

En la zona ha sido común a últimas fechas la presencia de jóvenes drogadictos y también de atracos.

Reubicación

Luego de que el pasado 8 de febrero autoridades del gobierno capitalino retiraron a un grupo de personas en situación de calle en Artículo 123, entre Humboldt y Balderas y que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública local resguardan la zona para que no regresen, un grupo de alrededor de 40 personas deambula por las calles cercanas y pernoctan afuera del edificio de la Contraloría y en las puertas del Palacio Chino, mismo que hace unos meses fue cerrado.


Ante la presencia de las personas en situación de calle, vecinos, turistas y trabajadores que laboran en las inmediaciones de estos edificios han sufrido de agresiones, malos olores e incluso asaltos.


Sobre la calle Iturbide, decenas de jóvenes se concentran en las afueras del Palacio Chino, la mayoría inhala solventes, duermen y defecan en el lugar, los vecinos han tenido que acordar con ellos para que mantengan limpio el lugar, pues no han tenido respuesta de las autoridades.


En la noche, algunos de los jóvenes en situación de calle caminan por los alrededores y buscando una moneda o algún alimento se acercan a los que caminan en la zona.
"Dame un peso", "dame una fumada" o "me das", son algunas de las solicitudes que estas personas hacen a la gente; sin embargo, hay algunos que exigen e incluso insultan a las personas que nos les dan una moneda o el alimento que llevan en la mano.

Personal de esta casa editorial ha sido agredido, escupido, y correteado en esta zona.

Con información de Eduardo Hernández

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