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Con marros, cuñas, picos y cinceles ayer inició la demolición de pisos en los cuadrantes de Génova-Hamburgo y Londres-Niza como parte de los trabajos de rehabilitación en 15 calles de la Zona Rosa que, entre otras restituciones, comprende la repavimentación con concreto hidráulico que, según autoridades delegacionales, garantiza que en por lo menos 35 años no habrá un solo bache en este perímetro.

Hamburgo, Praga, Estrasburgo, Oxford, Nápoles, Liverpool, Londres, Varsovia, Havre, Génova, Estocolmo, Copenhague, Biarritz, Berna y Amberes también tendrán sustitución de drenaje, banquetas y guarniciones.

Esta rehabilitación, que se prevé dure hasta septiembre de este año, se da después de las múltiples quejas de empresarios, vecinos, turistas nacionales y extranjeros por los baches de hasta 40 centímetros, adoquines levantados y coladeras rotas.

Por medio de este diario, demandaron la intervención inmediata de uno de los polos turísticos más importantes de la Ciudad de México, ante la afectación en al menos 80% de las calles de la Zona Rosa.

De acuerdo con la delegación, será un plan integral de recuperación y mejoramiento de servicios públicos, con una inversión de 264 millones de pesos, cifra que el propio jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, la ha considerado histórica en más de 20 años.

La intervención de la Zona Rosa arrancó ayer por la tarde, sin un dispositivo de seguridad e incluso con el desconocimiento de algunos policías, quienes se acercaron para preguntar si las obras empezarían ayer mismo.

Los trabajos están a cargo de las empresas Cemex y Grupo Velasco que desde diciembre del año pasado concursaron para obtener el contrato. La demolición de los pisos se da de manera simultánea para tratar de afectar lo menos posible tanto a transeúntes como a automovilistas.

La delegación Cuauhtémoc, en coordinación con las empresas responsables, determinó que la rehabilitación comenzara en Génova, una de las principales por donde a diario transitan entre millón y medio y 2 millones de personas. Esta calle es estratégica porque es una convergencia de la salida del Metro y un punto central de la Glorieta de Insurgentes.

También en la calle de Londres donde, según la delegación Cuauhtémoc, es la que presenta más encharcamientos en época de lluvia debido a que el drenaje está severamente deteriorado por las obras hechas de la Comisión Federal de Electricidad.

Este martes arrancaron los dos primeros frentes de obra. El principal en Génova, entre Reforma y Hamburgo, y el otro en la calle de Londres, entre Insurgentes y Niza.

Hoy será en la calle de Biarritz, entre Londres y Hamburgo, mientras que un cuarto punto será Hamburgo, entre Insurgentes y Niza.

Aproximadamente 10 trabajadores en cada cuadrante trabajan en el desprendimiento de concreto. Por el momento se contemplan jornadas de trabajo de 8 de la mañana a 6 de la noche; sin embargo, cuando se llegue a la etapa de transformación a las obras ocultas —agua y drenaje— las jornadas no podrán interrumpirse y las sesiones de trabajo serán extraordinarias.

Posteriormente se integrará la maquinaria y expertos en plomería.

La directora Jurídica y de Gobierno, Zuleyma Huidobro, recorrió estas calles para avisar a los comerciantes ambulantes que desde hoy no podrán vender en el lugar. Mientras que con los dueños de los establecimientos de Génova y Hamburgo se platicará este miércoles debido a que tendrán que retirarse de las terrazas para que pueda ingresar toda la maquinaria.

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