La Procuraduría General de Justicia capitalina inició una carpeta de investigación por el secuestro de dos hombres, padre e hijo, quienes lograron escapar de sus captores, luego de enfrentarse con éstos a golpes y asesinar a uno de ellos. Uno de los plagiarios era un chofer que muchas veces coincidió con las víctimas en la ruta de camiones en la que trabajaban los tres.

De acuerdo con la PGJ local, a las 2:00 horas, padre e hijo, de 37 y 17 años de edad, respectivamente, fueron interceptados por varios sujetos, quienes, tras someterlos, los llevaron a una casa de seguridad en la colonia Pueblo de Santa Rosa Xochiac, delegación Álvaro Obregón.

Cerca de las 11:00 horas, la familia de las víctimas, quien ya había sido contactada para exigirles un rescate, denunció el hecho en la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro (FAS).

Casi al mismo momento, dos de los presuntos plagiarios que los cuidaban se quedaron dormidos; el padre aprovechó para deshacer las ataduras de sus manos y pies y luego, liberar a su hijo, con quien acordó enfrentarlos, toda vez escucharon que éstos los matarían una vez que obtuvieran el dinero producto del rescate que pidieron a su familia.

Sin embargo, el hombre que peleó con el menor estaba armado y en el forcejeo hizo un disparo con el que él mismo se asustó y huyó del lugar, lo que dio tiempo al adolescente para brindar apoyo a su padre, quien ya era sometido por el otro captor.

Este último sujeto, al ver al muchacho, se abalanzó sobre éste, por lo que el menor le dio un golpe con el arma; al darse cuenta que éste no se detenía en su afán de dañarlos, la accionó una sola vez, disparándole al agresor en la mejilla. El hombre cayó herido.

Cerca de las 12:10 horas, ya libres y sin saber si había más probables secuestradores o si el que lesionaron estaba vivo o no, padre e hijo salieron inmediatamente de la casa de seguridad y buscaron a un policía, a quien le solicitaron su teléfono para comunicarse con su familia y decirles que ya se habían liberado.

En ese momento la familia dio parte a la FAS, quien inmediatamente implementó todos los mecanismos de apoyo psicológico, médico, legal, de vigilancia y de seguridad para las víctimas y su familia.

Durante la entrevista efectuada a los afectados se pudo conocer que el agresor, quien perdió la vida en el lugar, era compañero de trabajo en la misma línea de camiones donde los secuestrados son dueños de varias unidades.

El arma localizada en el lugar fue enviada a la Coordinación de Servicios Periciales, donde se lleva a cabo el micro estudio balístico que permitirá conocer si fue usada en algún otro hecho delictivo.

El agente del Ministerio Público de la FAS inició las diligencias necesarias para conocer la identidad del resto de los probables infractores, a fin de garantizar una investigación que evite la impunidad.

msl

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