Rechaza Sedema una sobredosis de anestesia

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Autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México descartaron responsabilidad de algún funcionario en la muerte del único gorila macho de tierras bajas en México, Bantú.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el director general de Zoológicos y Vida Silvestre, Juan Arturo Rivera Rebolledo, explicó que previo al traslado del gorila al zoológico de Guadalajara, se llevó a cabo un proceso de anestesia, minutos después, de forma repentina, el ejemplar sufrió un paro cardiorrespiratorio que acabó con su vida.

“Cuando se metió el animal al transporte, el ejemplar estaba en un proceso de sedación y tranquilización, el animal ya se movía y se quería incorporar, en ese momento, cerca de las 9:30 de la noche, Bantú súbitamente presentó un paro cardiaco y minutos después un paro respiratorio”. El incidente sucedió justo en el momento en que la camioneta cruzaba las puertas del zoológico de Chapultepec rumbo a Guadalajara.

Durante media hora una veintena de médicos y técnicos zootecnistas intentaron resucitar a Bantú, aunque sin éxito.

—¿Descartan cualquier responsabilidad?

—En el momento sí. Continuaremos con el proceso de la necropsia que nos permita dar una causa definitiva.

La Sedema reportó la muerte del gorila Bantú 14 horas después de ocurrido el suceso.

Asimismo, Rivera Rebolledo descartó que la muerte haya sido ocasionada por sobredosis de anestesia, pues se utilizaron cantidades mínimas de dos anestésicos y un tranquilizante, de los cuales no precisó el nombre. Comentó que las dosis se calculan con base en el pesos de los animales.

“Nosotros consideramos un peso menor. Bantú reportó un peso de 224 kilos y nosotros consideramos una dosis de anestesia para 200 kilos, la dosis fue mucho menor de lo que debiera ser.

“Se utilizó el protocolo anestésico que se ha ocupado en otras contenciones de gorilas, es un protocolo de los más seguros que hay. [La muerte] se relaciona a una emergencia, a una complicación médica”, precisó.

De acuerdo con la dependencia, la preparación del traslado se hizo conforme a los protocolos médicos veterinarios internacionales establecidos por la Asociación de Zoológicos y Acuarios de Estados Unidos (AZA, por su siglas en inglés).

“Estos eventos suceden, lamentablemente, como cuando una persona va al quirófano y de repente entra en paro cardiaco a pesar del cuidado y monitoreo del cuerpo. Bantú estuvo monitoreado todo el tiempo”.

Las causas precisas del deceso del ejemplar se darán a conocer cuando concluyan los estudios histopatológicos, lo que se prevé sea en un mes.

Un día antes del traslado, Rivera Rebolledo aseguró que el gorila estaba en perfecto estado de salud.

Esta casa editorial publicó que Bantú sería trasladado al zoológico de Guadalajara para aparearse con dos hembras, con el objetivo de preservar la especie, la cual está en peligro de extinción.

Con la muerte de este primate, sólo quedan tres ejemplares hembras de gorila de tierras bajas en México: dos en Guadalajara y una en Toluca.

Juan Arturo Rivera Rebolledo calificó la muerte de Bantú como una pérdida lamentable para la especie en nuestro país.

Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente aseguró que este hecho provocó “gran” consternación entre el personal del zoológico que cuidó del gorila durante casi 25 años.