Los tres presuntos responsables del quíntuple homicidio ocurrido el 31 de julio de 2015 en un departamento de la colonia Narvarte “deben ser castigados con todo el peso de la ley para que nunca salgan libres”, afirmó Adriana Mejía Negrete, hija de una de las víctimas.

En entrevista, señaló que su madre, Olivia Alejandra Negrete Avilés, ese día estaba trabajando en el lugar de los hechos, “desafortunadamente perdió la vida a manos de esas personas, las cuales no merecen mi perdón”.

Comentó que el apoyo psicológico que le ha proporcionado la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México ha sido muy importante, para en la medida de lo posible mitigar el dolor que le produjo la muerte de su mamá.

“La ayuda de la procuraduría capitalina ha sido muy buena, porque ni nos ha olvidado, ni nos ha dejado solas; además ha hecho una buena investigación y prueba de ello es que tres de los presuntos involucrados se encuentran detenidos”, aseveró.

Ahora corresponde al juez cumplir con su trabajo, como lo ha venido haciendo, y de encontrarlos culpables les debe imponer una larga sentencia para que no salgan libres, pues podrían causar daño a otras personas, enfatizó.

Adriana Mejía dijo que cada ocho días acude a terapia psicológica a las instalaciones de la procuraduría capitalina, lo cual le ha ayudado a sobreponerse a la pérdida de su madre, quien afirma, se encontraba en el lugar equivocado el día de los hechos.

Refirió que su mamá tenía tres hijas y ella se ha hecho cargo de su hermana de 14 años de edad, quien también recibe ayuda psicológica para superar lo ocurrido el 31 de julio de 2015.

“La procuraduría capitalina me da una ayuda cada mes para solventar los gastos de mi hermana menor, su apoyo en todos aspectos ha sido invaluable, ya que desde esa fecha ha estado al pendiente de nosotras y eso se agradece”, apuntó.

El domingo se cumplirá un año de la muerte de su madre, por lo que se oficiará una misa en su memoria “para recordar que siempre nos apoyó, pues ella fue nuestra mano derecha”.

Señaló que su progenitora tenía 40 años de edad cuando perdió la vida en un departamento ubicado en la calle Luz Saviñón, delegación Benito Juárez, “ella era una persona que en todo momento brindó cariño y comprensión a su familia”.

Por último, aseveró que confía en las autoridades encargadas de procurar justicia, “los responsables deben recibir una sentencia ejemplar, aunque a nuestra madre nunca la volveremos a ver, pero siempre vivirá en nuestro recuerdo”.

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