metropoli@eluniversal.com.mx

El Teatro Blanquita durante meses ha estado ocupado por indigentes quienes han instalado un campamento con cartones, lonas, madera y cobijas e incluso sillones para vivir en explanada de este inmueble, lo que causa molestia a los vecinos y comerciantes.

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se observó que más de 12 personas en situación de calle han invadido la explanada del teatro, ubicado en la calle Mina y Eje Central Lázaro Cárdenas, y que en noviembre de 2015 cerró sus puertas; desde entonces deambulan o viven frente al inmueble.

Los vecinos y comerciantes del lugar mencionaron que se ha aumentado el número de personas que viven en la zona del teatro y lo han convertido en un foco de atención para las autoridades de la delegación Cuauhtémoc, pero que no han resuelto nada al respeto.

“Apesta el lugar a excremento y sólo se la pasan drogándose la mayor parte del día, incluso las autoridades les tienen miedo”, dijo un comerciante ubicado en la zona.

La mayor parte de los indigentes durante el día no se encuentran en el lugar y dejan sus pertenecías a la intemperie evidenciando las latas de “activo” para drogarse, condones usados e incluso jeringas regadas en la explanada del teatro.

Durante el recorrido realizado por este diario se observó que los indigentes usan las macetas del teatro para realizar sus necesidades dejando un olor fétido en las calles aledañas al lugar, donde, asimismo, las banquetas se encuentran desgastadas e incluso rotas.

“Cómo es posible que ha despejado la calle de Articulo 123 y esta zona ni le hacen caso, donde pasan niños y estos indigentes están teniendo relaciones sexuales en medio de la calle”, señaló Mariana, vecina del teatro.

El pasado 23 de junio, Leonel Luna Estrada, presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, exhortó a las Secretarías de Finanzas y de Cultura a iniciar un plan para la compra del Teatro Blanquita y que opere como teatro, centro de artes urbanas y museo.

Construyen chozas. En un costado de las estación Perisur del Metrobús indigentes han empezado a construir pequeñas chozas con piedras y madera para vivir en ellas durante la noche y, según comerciantes, las casas cada mes son más grandes.

En la escultura de Jano de Australia de la conocida Ruta de la Amistad, las personas en situación de calle han utilizado parte del monumento para vivir ahí sin que ninguna autoridad las desaloje. El lugar es actualmente el refugio de un hombre de aproximadamente 50 años y una mujer de 30.

De igual manera, las personas en situación de calle se han adueñado de los desniveles de Viaducto Miguel Alemán, ya que, de acuerdo con vecinos, utilizan los pequeños huecos del paso de los vehículos para dormir, e incluso, tienen electricidad para usar la radio o televisor sin que nadie los moleste.

Google News

Noticias según tus intereses