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Los 64 verificentros de la Ciudad de México están listos para aplicar la revisión automotriz a través del OBDII. De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), todas las líneas de verificación ya han sido actualizadas, mientras que la primera entrega de hologramas —que elabora Corporación Mexicana de Impresión (Comisa)— correspondientes al segundo periodo está programada para el 20 de junio.

Antonio Mediavilla, director general de Gestión de Calidad del Aire, precisó que la entrada en vigor, a partir del 1 de julio, de la Norma Emergente de Verificación Vehicular no contempla cambios en el costo de este proceso, por lo que se mantendrá en 472 pesos. Tampoco se modificará el calendario de verificación; es decir, quienes cuenten con un holograma vigente no tendrán que acudir a verificar su automóvil, a propósito de la entrada en vigor de las nuevas disposiciones.

En entrevista con EL UNIVERSAL, previo a las nuevas disposiciones, Mediavilla explicó que en el caso de la Ciudad de México el software para revisar a los autos a través del OBDII (On Board Diagnostics) fue elaborado por la Sedema: “Eso nos asegura que el software funcionará en todos los equipos de todos los verificentros. Nosotros mismos lo instalamos en cada una de las estaciones de verificación”.

Precisó que de manera adicional, los concesionarios tuvieron que comprar el cable y conector que va de la computadora automotriz a la del verificentro, dispositivo que tiene un costo de alrededor de 500 pesos. Por el cable y la instalación del mismo se destinó una inversión de alrededor de 5 mil pesos, por línea.

El director General de Gestión de Calidad del Aire aclaró que aun cuando la verificación ahora será obligatoria en los seis estados que integran la megalópolis (Estado de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Morelos y la Ciudad de México), los autos deben ser revisados en la entidad donde sus placas estén registradas.

“El espíritu de la norma es homologar, que la verificación tan estricta y tan correcta que se hace en la Ciudad de México sea equivalente —la que hacen los demás estados— a la que hacemos aquí. En ese sentido tiene que ser exactamente igual, estamos trabajando en el seno de la Comisión Ambiental de la Megalópolis para que esto sea posible”, dijo.

Vehículos limpios

Antonio Mediavilla destacó que la NOM-EM-167-SEMARNAT-2016 permite que “circulen los vehículos más limpios”, por lo que a través de la lectura del OBDII, lo que se busca es tener un control más estricto de las emisiones de los coches.

Reconoció que “no hay tecnología infalible, son perfectibles”, por lo que siempre queda la posibilidad de caer en una irregularidad “mientras haya quien quiera pagar por saltarse una restricción […] Se tiene que hacer el control en la concientización del ciudadano, para que en lugar de pagar por saltar el proceso invierta el dinero en mantener bien su vehículo y emita menos emisiones”, señaló.

Los verificentros de la Ciudad de México son vigilados a través de mil 887 cámaras. Además, todos los registros de verificación son monitoreados en tiempo real por la Sedema, a través de un servidor central; la información viaja cifrada —desde que es generada hasta la emisión del resultado— directamente al Sistema de Verificación Vehicular (Sivev) y al Centro de Inspección y Vigilancia Ambiental Remota (CIVAR).

“Eso ya ocurre desde antes de que se implementara el OBDII. En la Sedema tenemos un servidor en cual todas las líneas de verificación y todos los servidores internos del verificentro se conectan a ese servidor central y es en el que se registra minuto a minuto lo que se va midiendo en cada una de las etapas de la prueba; ese mismo servidor emite el tipo de holograma que toca al vehículo que está en prueba y se manda a la impresora. Esta idea de la nube que está implícita en la norma ya lo estamos llevando a cabo también en la Ciudad de México”, aseguró.

Nuevo proceso

EL UNIVERSAL visitó el verificentro número CU 9053, ubicado en la colonia Roma, para constatar el nuevo modelo de verificación; proceso que tarda alrededor de 20 minutos. La simulación se realizó a un vehículo Clásico modelo 2014.

Primero se registra la placa del automóvil en la bitácora electrónica del verificentro y se asigna a la unidad una línea de manera aleatoria; los operadores realizan una prueba visual para verificar que el vehículo no emita humo negro o azul y cuente con todos los aditamentos anticontaminantes: filtro de aire, tapón de aceite y combustible, bayoneta, fuga de fluidos y neumáticos.

Luego se procede a la prueba OBDII a través de un cable conectado, por un lado al equipo de verificación y por otro a la computadora automotriz. El vehículo debe aprobar cinco de los 11 monitores: fallo de combustible, sistema de combustible, sistema de componentes integrales, sistema de sensores de oxígeno y sistema de eficiencia del convertidor catalítico.

Por último, se procede a la prueba dinámica, bajo el modelo tradicional a través de la aceleración del vehículo y la colocación de agujas en el escape. Si todos los resultados son aprobatorios se entrega el holograma correspondiente.

Oportunidades

El director general de Gestión de Calidad del Aire recordó que la verificación mediante el sistema OBDII sólo se realizará a vehículos modelo 2006 y posteriores; los coches más antiguos pasarán directo a la verificación dinámica.

Precisó que en el caso de los vehículos nuevos, una vez salidos de la agencia cuentan con 30 días para verificar; en este caso se les otorgará el holograma doble cero por dos años, para ser ratificado por dos años más.

Los híbridos y eléctricos sólo deben hacer su registro ante la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) para obtener el holograma exento. Este proceso se realiza en las oficinas de la dependencia ubicadas en Tlaxcoaque.

De acuerdo con la nueva norma, los vehículos híbridos y eléctricos obtendrán el holograma exento; los autos nuevos estarán exentos de verificación hasta por cuatro años, pasados los primeros dos años deberán acudir a ratificar el holograma, en este caso se les aplicará la prueba por OBDII y la dinámica.

Los vehículos modelo 2006 y posteriores también serán sometidos a las dos pruebas y podrán obtener el holograma cero, de no obtenerlo tendrán una segunda oportunidad.

Con esta medida, que estará vigente por seis meses con posibilidad a ser renovada por seis meses más, las autoridades federales y locales buscan reducir las emisiones contaminantes de la megalópolis hasta en 40%.

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