¿Banderitas, casillas, credenciales de elector? ¿Quién tiene ánimo o estómago para participar en unas “elecciones” que serán más de lo mismo? ¿Elecciones mientras decenas de mexicanos vivos y muertos esperan en la lluvia, entre toneladas de escombros y hierros retorcidos?

(¿Elecciones mientras continuamos dilucidando el engaño de Frida Sofia, la “Santa Niña del Corazoncito de Cristo de los Escombros”, como la llamó con maestría Sabina Berman en EL UNIVERSAL?)

¿Elecciones mientras constructoras extranjeras se esconden de mexicanos engañados? ¿Elecciones mientras constructoras culpables estudian con abogados la defensa de “contratos leoninos” plagados de cláusulas de escape?

¿A quién benefició la aparición de la Santa Niña Frida Sofía?: ¿Televisa? ¿La delegada de Tlalpan? ¿La dueña del Colegio Rébsamen?

(Claudia Sheinbaum, delegada de Tlalpan, estrella de la izquierda para la Jefatura de la CDMX, envió por televisión un mensaje con el estilo puntilloso de Denise Maerker. Pretendió deslindarse y recatar su futuro político anunciando denuncias penales contra los anteriores funcionarios de la delegación y la dueña del Rébsamen).

En medio de la tragedia alguien con mala idea pretendió desviar nuestra atención lejos de los niños muertos. Surgió la idea de Frida Sofía: un fraude disfrazado de reality show destinado a engañarnos con la conmovedora historia de una menor aprisionada bajo los escombros del Rébsamen.

(“Dice la niña que tiene sed”, traducía el “rescatista” que hacía de médium. “Está viva”, informo. “Movió sus deditos”. Después sus “mensajes” serían transmitidos por oficiales de la Marina Armada de México. El productor pretendió darle credibilidad a un perverso reality show que debería tener consecuencias penales.)

El “productor” del reality show encontró la fórmula. Usó como modelo el sismo asesino de 1985 que en la misma fecha hace 32 años mató a 10 mil mexicanos. Según The New York Times y El País en aquella ocasión surgió también un niño mediático, Monchito, que tras nueve días de intensa búsqueda jamás apareció.

En el 101 aniversario de EL UNIVERSAL el licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración, expresó una verdad innegable: “los sismos del 7 y 19 de septiembre pusieron al descubierto la corrupción que prevalece en algunas de nuestras instituciones”. Ese es el caso del Colegio Rébsamen. Cuando terminaron de construir el lujoso departamento de la directora, los inspectores encontraron varias irregularidades que ponían en riesgo la estructura del edificio. La directora, hoy desaparecida, llegó a un cómodo “arreglo”. Pagó una multa de 21 mil pesos y aceptó que pusieran enormes sellos de “clausurado” en las puertas principales. Como el edificio se extiende a la calle de atrás, la directora decidió que continuarían operando: niños, padres y maestros ingresarían por una pequeña puerta de metal. Ya vimos las consecuencias…

Analista político

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