López Obrador se convierte, luego de tres intentos, en presidente constitucional de México, con más de 30 millones de votos que le otorgaron, desde el pasado primero de julio, un enorme posicionamiento legal ante propios y extraños.

López Obrador llega a pesar de lo que él llamo ‘la mafia del poder’; arriba al poder a pesar de muchos y largos procesos de desgaste político, y llega al objetivo por el que compitió por primera vez en 2006, con normas, con las instituciones electorales tanto administrativas como jurisdiccionales que tanto atacó.

Sin embargo, la legitimidad obtenida por López Obrador no es un cheque en blanco, es sólo la esperanza de la población depositada en un sufragio que está a la expectativa de que se materialice con mejores condiciones para vivir.

Sin embargo, varias acciones tanto de López Obrador como de su partido, parecerían ir deteriorando esa esperanza obtenida.

Hace unos días EL UNIVERSAL publicó una muy interesante encuesta realizada en el mes de noviembre, donde mostraba que Andrés Manuel López Obrador tenía poco más de la mitad de la aprobación de la población, al ubicarse en un 55%. El problema es que en agosto contaba con casi 65% de dicha aprobación, es decir, tan sólo en poco más de cuatro meses, su aprobación habría disminuido 10 puntos porcentuales.

Del mismo modo, este ejercicio revela que la expectativa de la población ubicada en un 64% respecto al cumplimiento de las promesas realizadas en campaña disminuyó, ya que en noviembre registraba un 49%.

Estas cifras resultarían preocupantes sobre todo cuando la medición estuvo hecha en el periodo en que López Obrador era aún presidente electo.

Algunos analistas han señalado diversos aspectos que pudieran incidir al respecto. Así, apunto algunos que considero significativos:

1. El principal lema de campaña de López Obrador se basó en el combate a la corrupción, sin embargo, los pronunciamientos que ha tenido en torno a que perdonará justamente a los posibles corruptos que no tengan iniciados procesos judiciales ha generado desde dudas hasta molestias.

2. En diversas entrevistas hechas tanto en radio como en televisión a integrantes del partido político Morena, parecería que algunas de sus propuestas carecen, por decir lo menos, de un profundo análisis, lo que las hace ver mal fundamentadas y como un posible retroceso en caso de aprobarse. Ahí tenemos, por ejemplo, todo el debate suscitado en torno a la facultad que se daba a la Secretaría de Gobernación para “proveer el servicio de radiodifusión pública digital a nivel nacional”, misma que fue señalada hasta de inconstitucional. Afortunadamente, todo quedó en un susto.

3. La propuesta de López Obrador en torno a la “amnistía a los delincuentes” no ha dejado a muchos convencidos, situación que tendría que trabajarse más o bien, reformularse.

4. Del mismo modo, el controvertido Plan Nacional de Paz y Seguridad planteado, en particular para crear una Guardia Nacional, ha puesto a especialistas a criticar los puntos clave de dicho plan, sobre todo, que López Obrador ofreciera, cuando fue candidato, retirar de las calles a los militares. Esta situación se hizo muy evidente en el programa televisivo Tercer Grado, que conduce Leopoldo Gómez, vicepresidente de Televisa, mostrando dos versiones de López Obrador.

5. De las consultas, al margen de la ley, mejor ni hablar.

La lista podría continuar, sin embargo, nos parece prudente señalar, que la legitimación ganada a pulso no es estática, debe de nutrirse y alimentarse permanentemente.

La legitimidad debe circunscribirse en valores, en normas y en las expectativas de la sociedad, a través de acciones y resultados (DiMaggio y Powell, 1991), que lleven a generar un mejor futuro para México. Debe mantenerse ya que, de lo contrario, los mexicanos resentirían sus resultados y, por supuesto, el gobierno en turno. Ejemplos hay muchos de cómo candidatos y gobiernos que llegan con gran legitimidad la pierden a causa de errores, por falta de una eficiente comunicación o, por ir en contra de lo que prometieron en campaña. Deseamos por ello, por el bien de México, suerte al gobierno entrante.

Analista político. @fdodiaznaranjo
diaznaranjo.fernando@gmail.com

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