El traslado hacia otros reclusorios del país de 38 internos peligrosos del penal de Topo Chico desató disturbios que incluyeron la quema de colchones y lesiones a un preso, debido a que toda la población penitenciaria protestó por un rumor que se dispersó sobre un grupo de reos que asumiría el “autogobierno”, informaron autoridades del estado.

Entre los presos trasladados estaba un sujeto de nombre Julio César Pardo Leyva La Juli, quien fue llevado al penal de Villa Aldama, Veracruz, confirmó el vocero de seguridad del gobierno estatal, Aldo Fasci Zuazua.

La Juli fue señalado en narcomantas, colocadas hace dos meses en distintos puntos de la zona metropolitana, como responsable del “autogobierno” en el penal de Topo Chico y de “calentar la plaza”.

Un mal día. Alrededor de las siete de la mañana, y por aproximadamente hora y media, elementos de la Policía Federal y de Fuerza Civil de Nuevo León iniciaron un operativo sorpresa para trasladar a un grupo de 38 reos de alta peligrosidad a los penales de Guanajuato, Durango, Veracruz, Oaxaca y Michoacán, con el fin de evitar nuevos incidentes violentos como la masacre registrada el 11 de febrero de 2016, la cual dejó 49 muertos y 34 heridos.

Posterior al operativo de traslado, mientras se realizaba una revisión para localizar armas o drogas en las celdas, empezó a correr entre los reos la versión de que dos sujetos apodados Comandante Kakino y Comandante Jiménez serían los nuevos líderes de la delincuencia organizada dentro del penal, por lo que los reos empezaron a amotinarse.

Prácticamente toda la población penitenciaria —más de tres mil internos—, participó en los disturbios. Unos subieron a las azoteas de los ambulatorios portando pancartas para expresar su rechazo al supuesto nuevo “autogobierno”, mientras que otros de los reos quemaron los colchones.

Debido a la situación, las fuerzas policiacas intervinieron con gases lacrimógenos para controlar la situación. Durante las protestas, un interno resultó lesionado con un arma punzocortante en la clavícula por una varilla de una construcción, por lo que requirió hospitalización, indicó Fasci.

Sobre los supuestos nuevos líderes de la delincuencia dentro del Topo Chico, el vocero garantizó que ningún grupo asumirá el control del penal y que el gobierno mantiene el control de la penitenciaría.

La situación se controló alrededor de las tres de la tarde luego de que las autoridades dialogaron con los reos inconformes, quienes aceptaron regresar a sus ambulatorios para recibir a sus familiares. Alrededor a las 20:30 horas, se realizó un segundo traslado de 15 internos, sin incidentes.

Personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se mantuvo en los accesos del reclusorio durante el operativo de traslado y cuando se presentaron las protestas, para constatar que no hubiera violaciones a los derechos de los internos.

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